Los salarios docentes no le ganaron a la inflación desde que Cambiemos asumió el Gobierno nacional, por el contrario, perdieron alrededor de 14 puntos. Está pérdida salarial, posiciona a los educadores argentinos entre los salarios más bajo en el mundo. Además, el presupuesto en educación fue subejecutado desde el 2016.
Según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), los docentes perdieron un 14,5% como consecuencia de la inflación. Desde 2016, la caída del salario real en la educación inicial se encuentra una merma agregada del 14,5%, en la universitaria del 17,2% y en el segmento de investigación de alto nivel, un 17,5%.
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“El interés manifiesto del Poder Ejecutivo de propender al objetivo de reducción del gasto público por medio de la licuación en el gasto por salarios estatales está íntimamente ligado con la espiralización del conflicto. En los últimos dos años, además, pesa el condimento de la no aplicación de cláusula gatillo, que permitió durante 2017 mantener relativamente a la par ambas variables económicas”, hace hincapié el análisis realizado por el equipo de economistas de Economía UNDAV.
Los principales números que se desprenden del informe, dan cuenta de una caída pronunciada en el poder adquisitivo de los diferentes convenios, donde sólo en 2018 las y los docentes de educación inicial perdieron un 10,6% contra la inflación; quienes se desenvuelven en la educación superior sufrieron un deterioro de 13%; mientras que las y los becarios también vieron deteriorados sus ingresos en el orden del 10,5%.
A esto se suma, que según un reporte del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, los incrementos del salario docente en todas las provincias (promedio ponderado de 20,2%) se ubicaron muy por debajo del índice inflacionario publicado para el período septiembre 2017- septiembre 2018 (40,5%).
Los salarios de docentes de la Argentina se ubicaban en diciembre de 2017 en el puesto 34º entre 37 países analizados por la OCDE, con una cifra anual de 19.741,33 dólares de igual poder de compra (PPA).
“Es decir que no alcanzaban ni la mitad de la media de los países cuyos datos publica la esa organización. De los 33 países mejor posicionados que la Argentina, los primeros cinco triplicaban los valores salariales anuales de nuestros docentes, en tanto que los siguientes quince los duplicaban", advirtió el titular de CEA, Alieto Guadagni.
Para este año, el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda apuntó que el presupuesto 2019 para educación y cultura prevé una reducción de un tercio de su valor real en cuatro años.
En sintonía con esto, uno de los programas más relevantes para el acceso a la educación como el PROGRESAR está sufriendo una licuación significativa: producto de la decisión de no actualizar el estipendio en 2019, tendrá una caída real del 57,8% desde 2015.
Por otra parte, el desfinanciamiento también se dio en universidades, ya que si se considera que el crecimiento durante 2018 de los fondos fue de un 22,4% podemos deducir que el incremento es menor a la mitad de la inflación acumulada durante el año.
Asimismo, en 2018 la función presupuestaria de educación cerró con una subejecución del 8,5% y se registraron subejecuciones en partidas de infraestructura educativa por hasta un 30% del monto inicialmente previsto.
En este sentido, programas paradigmáticos como el de construcción de jardines de infantes, mantuvo una subejecución superior al 30%, mientras que “infraestructura y equipamiento” educativo se subejecutó en un 16,3%.