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La Presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, anunció el envío de un proyecto para disolver la Secretaría de Inteligencia y crear en su lugar la Agencia Federal de Inteligencia. Rápidamente el PRO criticó la idea, especialmente lo que implica el traspaso del sistema de Observaciones Judiciales, encargado de las escuchas "legales" hacia el ámbito del Ministerio Público Fiscal. Sin embargo, en la Ciudad de Buenos Aires, el órgano que realiza, por ejemplo, entrecruzamientos de llamadas y mails es el Centro de Investigaciones Judiciales (CIJ) o Policía Judicial, que depende "orgánica y funcionalmente" del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad que encabeza el ex legislador macrista Martín Ocampo.
Tras el anuncio de Cristina Kirchner por cadena nacional, el titular de la bancada PRO en Diputados, Federico Pinedo, consideró que "no tiene sentido" que las escuchas queden a cargo la procuradora general Alejandra Gils Carbó. "Los fiscales no preservan los derechos de la gente, acusan" dijo el legislador en declaraciones radiales.
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El CIJ porteño (con las mismas iniciales que el portal de noticias de la Corte Suprema) fue creado por el ex fiscal general Germán Garavano en 2008 y tiene como objetivo "efectuar las diligencias necesarias y que correspondan para la averiguación y esclarecimiento de los delitos, las contravenciones y las faltas, todo ello por orden del Ministerio Público Fiscal". En la resolución donde se detallan los alcances del Centro, se encuentra la posibilidad de realizar escuchas telefónicas.
Aunque hubo diversas gestiones desde el macrismo para tomar el control de las intervenciones en el ámbito de la ciudad, nunca pudo sortear a la Secretaria de Inteligencia.
La gestión de Ocampo no está exenta de críticas por la falta de transparencia. Por ejemplo, el último informe que publicó el CIJ fue hace dos años durante la gestión de Alan Martín Nessi, ex secretario del juzgado federal N°9 y mano derecha de Garavano. Nessi presentó su renuncia en julio de 2014, aunque dentro de la Fiscalía General afirman "que lo hicieron renunciar".
En su lugar, Ocampo, que tiene una trayectoria más política que judicial, nombró a Javier Concepción, un ex consejero de la Magistratura de la Ciudad. Entre sus antecedes figura haber sido parte del "Grupo Sushi" de la Alianza. Durante el gobierno de Fernando de la Rúa fue jefe de inteligencia Fiscal de la AFIP y era bastante cercano a Darío Richarte, que lo llevó luego a la SIDE.