Después de estar ausente desde la derrota electoral, Elisa Carrió volvió al Congreso pero prefirió no estar presente en la jura de los nuevos diputados, a la que accedió Juntos por el Cambio. Además, aseguró que apelará las medidas de Alberto Fernández ante organismos internacionales y que está lista para ir presa porque está "divina".
"No vine a la asunción para garantizar la paz, no puedo estar viendo jurar a las personas que he denunciado, que me persiguieron, que ligué al narcotráfico. Para garantizar la unidad de los argentinos, decidí no estar", dijo Carrió que, pese a estar jubilada, ejercerá su función como diputada hasta el 1º de marzo.
La legisladora de Juntos por el Cambio comenzó a marcar las tensiones evidentes en la oposición y advirtió que la Coalición Cívica, su partido, "no negocia, cualquiera sea la opinión del resto de las fuerzas políticas que agrupan" a la oposición liderada por Mauricio Macri.
La diputada se manifestó "en contra de la suma del poder público y delegación de facultades" por lo que adelantó que van a hacer presentaciones en organismos internacionales para frenar el paquete de emergencias enviado por Fernández al Congreso.
Según su interpretación, el Gobierno que empezó a redistribuir ingresos hacia los sectores más vulnerables llegó para "robarle al campo, como le robaron siempre para mantener a la coorporación de los laboratorios; de la industrial, que no sirve para nada; y tenemos un dólar Fernández en $80", en referencia a la cotización turista de la divisa.
Sin motivo alguno, pero en línea con varios de sus dichos de los últimos meses, agregó: "Si me quieren poner presa, estoy divina así que puedo ir presa", aseguró que tiene el aire acondicionado para la celda y le advirtió a Nicolás Wiñazki, periodista de TN, que debería adelgazar por si le toca a él ir a la cárcel.