Elisa Carrió adelantó su retirada de la política el lunes a la noche, durante una reunión de la Mesa de Acción Política en su casa de Exaltación de la Cruz, para luego renunciar a su banca en la cámara de Diputados. En el encuentro, la legisladora le pasó factura a sus compañeros y casi ninguno salió ileso e incluso adelantó que llevará a dos funcionarios a la Justicia.
Según publicó Clarín, la única que salió sin reproches fue María Eugenia Vidal, actual gobernadora bonaerense, pero no se salvó ni Mauricio Macri. Para Carrió, el Presidente fue "egoísta" durante la marcha del millón, el fin de semana previo a las elecciones, porque la dirigenta no fue invitada al palco y al escenario junto al Jefe de Estado. Además, dijo que se quedó fuera del acto por un tema de organización, lo que no le resultó simpático.
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El que más golpes sufrió fue el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a quien la diputada acusó de ser el responsable de la derrota electoral: "No es personal, me parecés una buena persona, pero por tu culpa perdimos". El funcionario le retrucó que lograron aumentar el caudal de votos en las generales, a lo que la diputada le argumentó "en las PASO sí".
Finalmente, adelantó que llevará a dos funcionarios a la Justicia. "Para que después nadie se enojé", adelantó y aseguró que serán Jorge "Faurie y otro ministro", que se estimó que será Germán Garavano, con quien tuvo algunos entredichos.
Según especularon desde el Gobierno, la diputada apuntó contra el Canciller por la difusión de la noticia que aseguraba que su hijo, Enrique Santos, había sido detenido en México por una supuesta causa de drogas y armas.