El intendente de Hurlingham, Luis Acuña, tiene una decisión tomada: abandonar el Frente Renovador. Lo que no tiene claro es su destino. Después de una negociación fallida con el PRO, intenta acercarse nuevamente al Frente para la Victoria de la mano de un barón de la tercera sección que no pegó el garrochazo en 2013, con quien lo une una amistad de larga data.
Sin embargo, en el FpV no ven con buenos ojos el regreso sin condiciones de un hombre que -a diferencia del siempre cariñoso "Vasco" Othacehé, de Merlo- se cansó de insultar a Cristina Kirchner y a Daniel Scioli después de pegar el salto. Al gobernador lo acusó de ser "el rey de la inseguridad" y lo tildó de "empleado de La Cámpora". A la Presidenta, asegura uno de sus detractores, llegó a acusarla de "chorra" en privado.
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Embalado post triunfo de 2013, Acuña incluso llegó a decir que "ya no hay kirchnerismo, hoy hay cristinismo" y le vaticinó un mal futuro: "Yo lo veo muy difícil porque ellos tienen que definir qué van a hacer con La Cámpora, con D´Elía, con Boudou". Para colmo, este año, en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante, aseguro que no necesitaba "ni de Cristina ni de Scioli" y, para cerrar el combo, hace 20 días advertía que un regreso al FpV "es una invitación a la inseguridad, a la inflación, al infierno".
Si estas declaraciones picantes estuvieran aligeradas por un buen resultado en las encuestas, los cazadores de intendentes Aníbal Fernández y Eduardo "Wado" de Pedro le darían la chance, pero Acuña para colmo hace agua en los sondeos, en los que el candidato del kirchnerismo, el concejal Juan Zabaleta, crece semana a semana. Otro que tampoco lo quiere a Acuña es el precandidato a gobernador Julián Domínguez: lo considera un riesgo innecesario.
En las costas amarillas también ponen sus reparos con el intendente, que intentó arrimar su golpeado bote de la mano de Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas. Pero en el PRO tienen límites. "Barones del conurbano podemos aceptar, pero barones del conurbano que pierden no", le confesó a El Destape un referente del macrismo provincial. Con la negativa del PRO en en la valija, Acuña volvió a pedirle a su amigo que retome las gestiones con el FPV para el regreso. Las pretensiones, advierten desde el oficialismo local a este medio, deberán ser significativamente menores.
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