Cuando se tienen cientos de listas compitiendo en una elección es muy difícil lograr una buena administración: el recuento es difícil y se complica mucho evitar que haya conflictos entre las listas. Sin embargo, casos como el de la violencia en Tucumán y otras elecciones tapadas por mantos de sospechas, no se corresponde con la administración o el sistema de votación, sino con la competencia política.
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Marcelo Leiras, politólogo de la universidad de San Andrés y el CIPPEC, explica que esos problemas "tienen que ver con cómo está armada la competencia política, con cuáles son las reglas para formar un partido político y armar alianzas". La conclusión es que las reglas en Argentina son demasiado permisivas y eso llevó a que la información electoral se volviera algo muy confuso. De los tres o cuatro partidos que estructuraban la competencia hace veinte años se pasó a una realidad en la que la gente entra al cuarto oscuro y no sabe a quién vota.
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