El actual gobernador de Tucumán, José Alperovich, se mostró a favor de abrir todas las urnas de las elecciones del pasado domingo. También repudió la represión contra los manifestantes del cacerolazo ocurrido en San Miguel de Tucumán pero confió en que los comicios se llevaron a cabo "con total transparencia".
Alperovich, que gobierna Tucumán desde 2003, informó además que se comunicó con la presidenta Cristina Kirchner este lunes y dijo que su mayor preocupación es "preservar la democracia" y que se "respete la voluntad popular". "Repudio la represión y quiero que la gente en paz pueda expresarse", agregó.
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En una conferencia de prensa que brindó tras las agitadas jornadas de la elección y las protestas del lunes, el mandatario provincial subrayó que "lo mejor que puede pasar" es que se autorice la apertura de todas las urnas para hacer el conteo definitivo y reiteró: "Nosotros no hicimos trampa, había 10 fiscales de la oposición por mesa".
Sobre la represión a la protesta que se llevó a cabo en San Miguel, distrito en donde José Cano se impuso con claridad, Alperovich señaló que no pretende "justificar el accionar policial" y que no está de acuerdo "con excesos de ninguna índole".
Sobre el resultado del domingo, el gobernador saliente apuntó que Juan Manzur ganó "por 14 puntos, 10 mil votos más" que su rival del Acuerdo por el Bicentenario y sostuvo que tiene la "tranquilidad" que "se ha votado con total transparencia". "Los perjudicados quizás fuimos nosotros", agregó, en relación a las urnas quemadas por un candidato del acuerdo opositor.
En relación al sistema de "acople", que permitió que muchos partidos pudieran colgarse de las candidaturas a cargos ejecutivos, Alperovich resaltó que "no lo usó solo el oficialismo sino también la oposición y con ese sistema la oposición tenía fiscales en todas las mesas".