El proceso electoral que vive el país es atravesado por la violencia y los homicidios relacionados con el crimen organizado. Políticos son blanco de las narcoejecuciones que conllevan un mensaje: "Llegue quien llegue tienen que cuadrarse". Decapitaciones, 8 muertes violentas a candidatos (el último hoy mismo) y a más de 10 funcionarios públicos, amenazas, atentados y zonas de alto riesgo estigmatizan las campañas del 2015 como unas de las más violentas. Un activista reflexiona, el problema se agravó cuando el Gobierno del Presidente Enrique Peña intentó evadir públicamente el tema de la inseguridad...
El asesinato de funcionarios o de candidatos no es un delito nuevo para los miembros del crimen organizado en México, pero sin duda en la actual administración, en el presente proceso electoral se ha recrudecido.