El PRO organizó su enésima fiesta en unos comicios que lo vieron como amplio ganador. Los globos y el arco iris que caracteriza la estética macrista inundó la noche en la que Larreta, el candidato elegido por Mauricio Macri para sucederlo, quedó a un paso de cumplir su objetivo.
Desde el partido que gobierna la Ciudad habían mostrado una confianza incluso mayor que la que podría brindar el resultado oficial, con veinte puntos de ventaja sobre Martín Lousteau. Es que habían dejado trascender a la prensa que se apostó en el búnker que el actual jefe de Gabinete porteño alcanzaba el 49 % y se acercaba al anhelado deseo de ganar sin necesidad de pasar un balotaje. No pudo ser, y el 19 se las verá contra ECO para dirimir esta contienda.
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El ingreso de los periodistas en la fría tarde porteña estuvo manchada por la fuerte discusión entre uno de los encargados de prensa y algunos de los cronistas que realizaban la corbertura. En un momento el intercambio subió de tono y el empleado amenazó a un periodista con "romperle la cara", pero finalmente las aguas se calmaron y todo siguió en paz.
El búnker ubicado en el pabellón 6 de Costa Salguero de a poco se fue llenando. Los invitados, entre militantes del PRO, famosos y curiosos, ingresaban por una puerta lateral. Abundó el animal print y los tacos altos que se mezclaron con el Mago Sin Dientes y un falso papa Francisco que se saludaba con los concurrentes. Tampoco faltó un periodista que, al no contar con acreditación, se hizo pasar por otra persona para finalmente ubicarse cerca del escenario.
En la playlist del PRO abundó la cumbia de la mano de Gilda y el cuarteto de Rodrigo. No faltó tampoco Tan Biónica, Turf (con "Pasos al costado") y hasta "Se viene el estallido", de la Bersuit, uno de los temas que recuerdan la crisis social y política del 2001 por su letra antisistema.
La estética multicolor abundaba por doquier. Hasta las sillas dispuestas en la sala de conferencias tenía tonos brillantes que impactaban a la vista. Los hits de la hinchada amarilla fueron "Se siente, Mauricio presidente" y "ole le, ola la, Mauricio presidente, Horacio en la Ciudad", dejando en claro que, más allá de la cuestión porteña que estaba en juego, Larreta tenía el doble objetivo de apuntalar a Macri en su carrera hacia la Casa Rosada.
Con el triunfo ya confirmado, los principales referentes del espacio que tomó el poder en la Ciudad en 2007 y va por su tercer mandato salieron a celebrar con sus militantes.
Luego de los "teloneros" Fernando De Andreis, Marcos Peña, María Eugenia Vidal y Diego Santilli llegó el turno de la "estrella" o "el líder de este equipo", como bien lo definió Larreta. Macri reiteró que su propuesta "es más que un cambio de modelo económico" y para generar empatía con quienes lo escuchaban allí y desde sus hogares, relató las historias de "María Marta, de Florencio Varela" y "Juan, de Escobar", dos vecinos que le contaron sus problemas en campaña.
A sus espaldas se encontraban varios dirigentes del armado nacional, entre ellos figuraba el cómico Miguel Del Sel, el ruralista entrerriano, Alfredo De Ángelis y la ex candidata a intendenta de Rosario, Ana Martínez.
La noche se fue apagando tras la conferencia que compartieron Macri, Santilli, Larreta y el primer candidato a legislador Francisco Quintana. Los principales aspirantes atendieron mano a mano a distintos canales de TV y radios mientras el bunker se vaciaba.
Aunque no pudieron anotarse ninguna sorpresa en el Interior, para el PRO el primer objetivo estaba cumplido: habían ganado de locales.