Elecciones en la Ciudad: con el voto electrónico se termina la impugnación

03 de julio, 2015 | 09.25
Como anticipo de la crisis del 2001, las elecciones legislativas de ese año arrojaron una cantidad récord de votos en blanco e impugnados. Sobraron los informes periodísticos respecto de caricaturas y hasta fetas de salame que se introdujeron en las urnas, como forma de mostrar el descontento de la población con los dirigentes de aquel entonces.

De haber existido el voto electrónico en aquel entonces, sin embargo, los electores habrían buscado otras formas menos originales de protesta.

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Esto se debe a que el voto electrónico que finalmente se pondrá en práctica este 5 de julio no permite este tipo de "vivezas criollas" para impugnar el voto. El flamante sistema, que se puede practicar con un simulador que está disponible en la web, permite las opciones "votar lista completa" o "votar por categoría". Este último es el equivalente a "cortar la boleta" para quien quiera elegir un partido diferente, por ejemplo, para jefe de Gobierno y legisladores.

El voto electrónico tiene la opción "votar en blanco" para quien no desee votar a ninguno, pero no la opción "impugnar". Esto último se da, en el sistema de boleta de papel, cuando no es claro a quién eligió el votante. Se impugna, por ejemplo, cuando una boleta está rota o en los casos citados del 2001.

Sin embargo, hay una vía para aquellos que no deseen votar en blanco: tal es el caso de quienes depositen el voto sin haberlo pasado por la máquina, o si uno realiza alguna inscripción manual sobre la misma. También ocurre lo mismo en el caso de que el votante dañe intencionalmente el chip con el que cuenta la boleta, que es el que la máquina "lee" para contabilizar luego el sufragio.

Este sistema, el mismo que se utiliza en la provincia de Salta y que ha sido cuestionado por la oposición al PRO en la Ciudad, incluye además una posibilidad antes inexistente: que el sufragio se haya emitido correctamente pero que por problemas ajenos al elector no se pueda contabilizar. Si en el chip hubiera algún desperfecto que impidiera su lectura, esto se anotará en otra categoría denominada "voto no leído por motivos técnicos". Esto ocurre si, incluso, el sufragio se imprimió correctamente sobre el papel, ya que el conteo se hace solamente mediante el chip interno con la que cuenta la boleta.