Después de varias horas de incertidumbre, finalmente el presidente de Bolivia, Evo Morales, resultaba esta noche electo por cuarta vez al frente de su país, luego de las elecciones del último domingo en las que se posicionó primero junto a su compañero de fórmula, el vicepresidente Álvaro García Linera.
De acuerdo con los resultados oficiales difundidos por el Órgano Electoral Plurinacional (OEP), del conteo rápido a más del 95% de las mesas, surge que el candidato del Movimiento Al Socialismo, obtuvo el 46,85% de los votos, frente al 36,74% del exmandatario Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana.
Según la constitución boliviana, para lograr que se produzca un triunfo en primera vuelta es necesario que el primer candidato supere el 50 por ciento de los votos, o bien se coloque por encima del 40 por ciento con una diferencia de más de 10 puntos sobre el segundo. Este segundo escenario es el caso de la última elección presidencial en Bolivia.
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Por su parte, desde la oposición Mesa desconoció los resultados y aseguró que recurrirá a organizaciones como el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) por considerar que hubo "fraude". Además, realizó un llamado a resistir y no convalidar la elección. “Confiamos en que la ciudadanía no va a aceptar esta votación, este resultado amañado”, afirmó el candidato de CC.
El sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) había dejado de publicar información en su portal la noche del domingo, según aclararon debido a un conflicto entre la transmisión de datos del órgano central y de los tribunales departamentales.
Esta situación generó tensión en las calles. En La Paz, capital de Bolivia, ocurrieron incidentes debido a que grupos de ciudadanos interceptaron a los notarios electorales para despojarlos de papeletas y maletas electorales, que en su criterio eran para propiciar un eventual "fraude".
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