El presidente actual de Bolivia, Evo Morales, ya alcanza más de 10 puntos de ventaja en el escrutinio definitivo, único con validez legal, por lo que de mantenerse este resultado sería consagrado presidente en primera vuelta. A tres días de los comicios en el vecino país, Evo denunció un intento de golpe de Estado de parte de la oposición, que reclama que se realice una segunda vuelta mientras el país del Altiplano observa una serie de manifestaciones a favor y en contra del gobierno.
El Tribunal Electoral Plurinacional de Bolivia, que había sufrido un hackeo de su sitio web el último miércoles, publicó los datos del conteo definitivo, con el 98,42% de las actas computadas. Allí, el líder del MAS obtiene el 46,83% de los votos, en tanto que el ex presidente Carlos Mesa obtiene el 36,7% de los sufragios. Así, la diferencia entre ambos es de 10,13 puntos porcentuales, suficientes legalmente para consagrar a Morales por otros cuatro años.
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Los votos de las zonas rurales, más afines a Evo y cuyo conteo se realiza con mayor dificultad, son los que le están dando al actual mandatario la diferencia necesaria para impedir una imprevisible segunda vuelta. Según la constitución boliviana, para eso debe obtener más del 50 por ciento de los votos, algo que en esta ocasión luce imposible, u obtener más de 40 puntos con más de 10 de diferencia sobre el segundo.
Marchas a favor y en contra de Evo Morales
Organizaciones civiles de Bolivia, con el apoyo de algunos gobiernos regionales, iniciaron un paro por tiempo indefinido contra el triunfo en primera vuelta del presidente Evo Morales, cuyo partido pidió a la población que no acatara esa convocatoria y llamó a defender el "proceso democrático".
El Comité Cívico Pro Santa Cruz y el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) convocaron a un paro "cívico" por tiempo indefinido que unió a líderes de la oposición en la protesta contra el escrutinio de las elecciones del domingo, en el que sospechan que está cometiéndose fraude.
El principal candidato presidencial opositor, el ex mandatario Carlos Mesa, denunció un "fraude gigantesco" y llamó a una "movilización permanente" hasta garantizar que haya segunda vuelta electoral, en un video que publicó en su cuenta de Twitter.
El epicentro de las protestas se encuentra en Santa Cruz de la Sierra, cuna de la oposición a Morales y que 10 años atrás realizaron un intento secesionista de Bolivia, que finalmente fracasó.
Mientras tanto, miles de personas de concentraron en las calles céntricas de La Paz para defender el "proceso democrático" que, entienden, encarna Morales. El mandatario, quien el domingo se declaró ganador en primera vuelta, ratificó esa victoria y denunció un "golpe de estado" contra él instigado por "la derecha" internacional y llamó al pueblo a movilizarse en defensa de la democracia. El canciller, Diego Pary, afirmó que "si la oposición habló de fraude antes de las elecciones, debe ser responsable y esperar a que concluya el conteo oficial", informó el diario El Deber.