Los principales candidatos a la gobernación de Córdoba emitieron su sufragio durante la mañana del domingo y dejaron algunas definiciones políticas sobre una elección clave.
Siguiendo la misma cábala desde 2007, a las 9,30 el gobernador Juan Schiaretti llegó a votar al Instituto Villada, en la zona de intercountries, con su habitual campera roja: “No va a haber definiciones a nivel nacional. Se eligen intendentes y gobernador de Córdoba, no tiene nada que ver con las elecciones a nivel nacional”, les dijo a los periodistas cuando salió de votarse. Agregó que los cordobeses saben “muy bien que cuando se elige intendente y gobernador se busca a la mejor persona para esa función” y que “es absolutamente apresurado hacer una lectura nacional del resultado en Córdoba. Es una elección provincial y municipal”, aseguró.
En la charla con los periodistas, el gobernador defendió su negativa a participar de los debates: “Hemos hecho como corresponde una campaña sin agredir a nadie, sin contestar agravios, insultos, ni críticas. No corresponde que hoy me ponga a comentar sobre eso”.
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También negó que en horas de la tarde lleguen a Córdoba a festejar referentes de Alternativa Federal, la alianza de gobernadores peronistas no K que quiere terciar entre el presidente Mauricio Macri y la ex presidenta Cristina Fernández: “Tenemos un dicho, que los de afuera son de palo. No me incomoda que venga nadie de afuera”.
Schiaretti es candidato de Hacemos por Córdoba, un frente liderado por el PJ cordobés, que sumó al socialismo de Antonio Bonfatti y al GEN de Margarita Stolbizer.
Mientras que el intendente capitalino Ramón Javier Mestre, que disputa la gobernación por la tradicional lista de la Unión Cívica Radical fue el primero de los candidatos en votar, ni bien abrieron las urnas: “La elección está vinculada a lo local. Estamos votando autoridades de Córdoba, esta elección no es un termómetro de la elección nacional”, sostuvo Mestre con los periodistas, tras emitir su voto en la escuela Juan Larrea de barrio Sarmiento. De esta manera, el intendente capitalino coincidió con Schiaretti en no nacionalizar los comicios cordobeses. Para las PASO de agosto y las generales de octubre, el presidente Mauricio Macri cosechará sus votos de la misma cantera conservadora de Schiaretti, Mestre y Mario Negri.
Las encuestas aseguran que el peronista Martín Llaryora podría arrebatarle la Capital a la UCR por el efecto arrastre del voto a Schiaretti, pero Mestre fue muy cauto: “Podemos ganar la Capital. Seamos prudentes, estamos en veda, hasta las 18 no podemos expresar cuestiones tendenciosas. Vamos a dejar que la gente se exprese”, señaló el candidato radical.
Pasadas las 11.30, el candidato de la Casa Rosada, el radical Mario Negri llegó a votar a la escuela Juan Zorrilla del barrio Cerro de las Rosas, acompañado de su jefe de campaña, su hijo Juan y su nieto: “Mucha gente nos va a acompañar con su voto. En esta campaña el candidato del peronismo eligió el silencio”. Al igual que Schiaretti y Mestre, el candidato de Córdoba Cambia también salvó a Macri de la derrota que tendrá en la provincia mediterránea: “No va a ser termómetro para el Gobierno nacional”, dijo Negri.
También anunció: “Me dijo Lilita que va a llegar para almorzar conmigo”. Carrió estuvo en Córdoba una semana haciendo campaña por Negri y tuvo una serie de incursiones desafortunadas, la peor, cuando celebró la muerte de José de la Sota: “Vi robarnos y que todo el mundo callara y que yo sea la denunciadora. Gracias a Dios murió De la Sota, porque ahí sabrían qué es una denunciadora. Lo que debemos plantearnos es quién maneja la droga a partir de ahora en Córdoba”; disparó Elisa Carrió ni bien llegó a Córdoba hace tres semanas para apuntalar la campaña de Mario Negri. Ya están en Córdoba, la dirigente de la Coalición Cívica Mariana Zuvic –involucrada en el espionaje ilegal de Marcelo D’Alessio- y Maxi Ferraro, presidente del partido de Carrió.