Mientras enfrenta la incertidumbre de aguardar una decisión del Tribunal Electoral que confirme o invalide su candidatura, la mediática Amalia Granata hizo una sorpresiva elección como candidata a diputada provincial en Santa Fe. Obtuvo el cuarto lugar con la lista “Somos Vida”, integrada por varios representantes de grupos que se oponen a la legalización del aborto, entre ellos un pastor evangélico. El objetivo principal de Granata, reconocida militante del “pañuelo celeste”, era cosechar una cantidad de votos que le permitiera superar el 1,5% del padrón, el umbral para pasar las primarias en Santa Fe, calculado en alrededor de 40 mil sufragios. Pero su desempeño superó todas las expectativas: obtuvo 146 mil. "Hicimos una elección increíble. Demostramos que los pro vida estamos, y que seguimos en carrera. Le quiero agradecer a todos los santafesino por el apoyo", dijo la panelista a través de un video que difundió en sus redes sociales.
Granata se ubicó en el cuarto lugar por detrás del gobernador Miguel Lifschitz (Frente Progresista), la suma de todos los candidatos de Juntos (PJ) y Gabriel Chumpitaz, de Cambiemos. El peronismo presentó nada más y nada menos que diez listas para la categoría, lo que dispersó enormemente el voto y le permitió a Granata, que no tenía interna, ubicarse tercera como candidata individual.
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En el entorno de la mediática atribuyeron esta cosecha al voto pro vida y a la tracción de la comunidad evangélica, que está demostrando tener un creciente peso electoral y llevó, por ejemplo, a Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil. “Hay muchísimo voto evangélico”, repetía anoche Walter Ghione, pastor pentecostés, en medio de un clima eufórico por la inesperada performance. Se calcula que en Rosario solamente hay 160 mil fieles que se congregan en 750 templos cada fin de semana, en una ciudad que tiene 1,2 millones de habitantes.
El tercer lugar de la lista también es ocupado por el abogado Nicolás Mayoraz, otro representante del opus dei y un ferviente militante contra el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que se discutió en 2018 en el Congreso, y contra la aplicación de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas. Si estos números se sostienen el 16 de junio, los tres ingresarían a la Cámara baja provincial y hasta podrían llegar a pelear por una cuarta banca.
De hecho, ayer la mediática tuvo un momento de tensión relacionada con estas posiciones durante el proceso electoral. Cuando fue a votar, la presidenta de mesa que la esperaba en el establecimiento exhibía un pañuelo verde de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Sus seguidores denunciaron a través de las redes que se trató de una “provocación”, pero la cosa no pasó a mayores y ni siquiera tuvo un intercambio verbal subido de tono entre ambas.