El precandidato de Alternativa Federal y senador nacional Miguel Pichetto reiteró que no votaría por el kirchnerismo en un eventual balotaje con el oficialismo, y aseguró que el proceso de Macri “termina en 2023”.
“La grieta en la Argentina tiene que ver con una visión democrática o con concesiones autoritarias que anidan en el seno del kircnerismo no resueltas“, detalló Pichetto en LN+, y agregó que la Argentina está discutiendo “entre un modelo capitalista y uno de intervención del pasado, de intervención socialista con una economía cerrada, cepo y control de importaciones“.
“Creo que hay que mantener un rumbo capitalista e inteligente"
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“Creo que hay que mantener un rumbo capitalista e inteligente. Creo en la apertura, no tonta. Defendiendo los intereses nacionales pero integrado al mundo. Hay mucha proclividad de algunos sectores a jugar con el esquema de las emociones en la Plaza“, analizó el jefe del peronismo en el Senado.
Pichetto, por otra parte, diferenció la situación actual de la del 2001. “Si una situación de esas se repite en la Argentina significaría un aislamiento profundo, muy complicado y con un castigo del mundo y de los países más importantes. Argentina sería, definitivamente, un país poco creíble y ‘defaulteador’“.
“No me gustan las emociones y tampoco me gustan mucho los componentes que no sean racionales, en la construcción del camino de la Argentina. Rechazo totalmente el esquema de esas plazas donde, muchas veces, se ha decidido el peor destino para el país“, sentenció.
El senador aseguró que aún no le ofrecieron ser el vice de Macri, y se refirió a Alternativa Federal: “Hay un fuerte debilitamiento del espacio pero todavía quedan expectativas“.
Y cerró con una advertencia: “Me perturba la idea de que la Argentina vuelva al pasado“.