El Presidente Mauricio Macri evalúa adelantar las elecciones presidenciales de octubre y ya tiene en su despacho una carpeta para estudiar los aspectos legales de un eventual cambio en el cronograma electoral. El plan del jefe de Estado ya había sido realizado por el presidente Raúl Alfonsín en 1989 cuando la hiperinflación sometía a la Argentina y por Eduardo Duhalde, tras el asesinato de Kosteki y Santillán en el Puente Pueyrredón.
"Lo que tampoco consigue aplacar el Fondo es la sangría de poder político que sufre el Presidente. Previsor, el procurador general del Tesoro ya giró al primer piso de la Casa Rosada (N. de R. donde están los despachos del Presidente y el jefe de Gabinete) una carpeta donde detalla todos los aspectos legales de un eventual adelantamiento de las elecciones presidenciales", informó el periodista Alejandro Bercovich en el diario BAE.
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Macri tomó la decisión de estudiar la alternativa en medio de la subida del dólar que alcanzó el récord de los 45 pesos y que en su incremento irrefrenable aleja aún más su posibilidad de reelección del líder de Cambiemos. Además, el Indec dio a conocer las cifras de pobreza que ya llega al 32 por ciento y la inflación que explota al ritmo de la devaluación poniendo en jaque una de sus promesas de campaña.
"No quiere decir que sea el plan A ni el B, pero sí que empezó a estudiarse la alternativa. Hombre de confianza de Macri y antiguo asesor legal del holding familiar, Bernardo Saravia Frías le advirtió a su jefe que no le resultaría tan fácil como a Alfonsín. A fines de los ochenta, la fecha estaba sujeta a una discrecionalidad mucho mayor de la Rosada", explicó Bercovich.
En 1989, el entonces presidente, Raúl Alfonsín decidió adelantar las elecciones debido a que la hiperinflación amenazaba la estabilidad de su gobierno. Los comicios se realizaron en mayo de ese año, pese a que el Presidente tenía mandato hasta diciembre.