Con la panza a punto de explotar por el embarazo, Luciana Echevarrría, candidata a gobernadora y a legisladora por el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST – Nueva Izquierda) leyó con ironía la resolución de la Justicia Electoral de Córdoba que rechazó la lista de candidatos de su partido “por exceso de mujeres”:“Evidentemente la legislación sobre el cupo, atrasa. Para nosotros, cada candidatura es un puesto de lucha, y no es casual que en nuestra militancia diaria, por los derechos de las mujeres, en cada denuncia por femicidio, en la pelea diaria para que las chicas no se mueran en abortos clandestinos; en la pelea contra la precarización laboral, las que encabezan esas luchas sean mujeres. Por esa razón, nuestras listas de candidatos están llenas de mujeres”.
Tras adecuar la boleta, el MST-Nueva Izqierda, finalmente fue autorizado por la jueza electoral de Córdoba, Marta Vidal, para participar de las elecciones provinciales del 12 de mayo.
“El cupo del 50%, en realidad es una trampa, es un techo. Antes estaba el cupo femenino del 30%; que nos otorgaba esa porción de candidaturas a las mujeres. Ahora, nos pone el tope del 50%. ¿Por qué si en cada lucha tenemos a nuestras mujeres, debemos ceder nuestros espacios electorales? Las mujeres estamos siendo protagonistas de todos los procesos de lucha acá y en el mundo. Y eso debería poder expresarse en las listas. Sin embargo, tal como está la ley, nos pone un techo del 50%, que no nos permite reflejar nuestro avance”, señaló Echevarría.
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En medio del debate por si la jueza Vidal autorizaba la lista del MST por no cumplir con la Ley de Participación Equivalente de Género; porque en la grilla suplente de Legisladores, en los puestos 11, 12, 13, 14, 17, 18, 21 y 22 prevalecían mujeres, la candidata a gobernadora y legisladora bromeó: “¿Saben por qué es un exceso de mujeres?, porque en mi lugar vamos dos mujeres, Caetana, que no ve la hora de salir al mundo y dar vuelta todo, y yo”.
A punto de ingresar al noveno més de embarazo, el pasado jueves 11 a las seis de la tarde apareció Caetana, tras un largo trabajo de parto, naciendo finalmente por cesárea: “Está en los genes –contó la madre, babosa y orgullosa-, Caetana venía bien, acomodándose para salir. Pero la obstetra nos dijo que para salir por el canal de parto, debía dar un cuarto de vuelta a la derecha, o girar tres cuartos a la izquierda. Y ella eligió girar a la izquierda. Así que finalmente fue por cesárea. Acá estamos las dos, ella, por lo menos, está dando vuelta todo”, le contó Luciana Echevarría a El Destape, horas después del nacimiento de su primera hija.
La dirigente y candidata del MST señaló que “las mujeres no están en nuestras listas por la obligación del cupo como en los partidos patronales, ni como decorado o por “ser esposa de”. Fueron mujeres las que murieron incendiadas en Estados Unidos por reclamar por los derechos laborales; fueron mujeres las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que enfrentaron a la dictadura cívico militar genocida; las mujeres cobramos un 27,5% menos que los varones, sin contar las cargas de las tareas domésticas y de cuidado recaen sobre nosotras y no son remuneradas. Por eso en nuestras listas hay mujeres que luchan, como nuestra candidata a intendenta de Córdoba, Maru Acosta, referente feminista y hermana de una víctima de femicidio; o el caso de Pía Avila, dirigente de ATTTA, a quien conocimos exigiendo justicia por el transfemicidio de su amiga Azul Montoro. Pía lucha día y noche por los derechos que corresponden a las compañeras trans y las disidencias todas”.
Maru Acosta es hermana de Paola Acosta, una chica de 36 años que fue secuestrada, asesinada a puñaladas y tirada a una alcantarilla por Gonzalo Lizarralde, la noche del miércoles 17 de septiembre de 2014. El sospechoso es el padre biológico de Martina y esa noche fue al departamento de calle Martín García al 200 en barrio San Martín, donde vivían Paola y sus tres hijos, a entregarle el pago de la mitad de su primera cuota alimentaria.
Esa noche no hubo pago, sino que a la fuerza y mediante engaños, Lizarralde subió a su camioneta a Paola y Martina y las apuñaló. Luego tiró ambos cuerpos a una alcantarilla con aguas servidas. Tres días después, Martina, fue escuchada llorar por un hombre que la rescató, luego de haber pasado 80 horas junto al cadáver de su mamá, herida y en medio de aguas contaminadas. Lizarralde fue condenado a prisión perpetua por femicidio.
Azul Montoro era una chica trans de 24 años que trabajaba como prostituta en la zona del Mercado Norte y estaba juntando plata para comprarse una casa y luego dedicarse a ser peluquera y maquilladora. Fabián Casiva (24) la asesinó la madrugada del 18 de octubre de 2017, cuando fingió contratar un servicio para sorprenderla, asaltarla y asesinarla. Azul llevó a su asesino hasta el departamento de una amiga en calle Rincón al 100 y allí se desató la tragedia: el femicida le asestó 17 puñaladas y la golpeó. Le robó algo de dinero y escapó en moto hacia su casa. Después, como coartada, fingió estar loco y fue a internarse al Hospital Neuropsiquiátrico. Este año será juzgado por el femicidio de Azul. Una de las impulsoras del esclarecimiento del crimen es Pía Avila, dirigente cordobesa de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina.
“Las mujeres del MST encabezamos la lista a la gobernación de Córdoba, a la intendencia de la Capital, a la Legislatura y al Concejo Deliberante. Las trabas que nos ponen para participar en política no las van a derribar los partidos machistas donde sólo nos quieren como decorado. Nuestra lucha es por aquellas primeras mujeres que se animaron a enfrentar el poder; por las mujeres que día a día encabezan los movimientos sociales como el Ni Una Menos o por el Aborto Legal, y por las futuras generaciones como Caetana”, señaló Luciana Echevarría, que el lunes o martes retomará la campaña electoral que la puede sentar nuevamente en la Legislatura cordobesa.