Santa Fe fue una provincia clave para la victoria de Alberto Fernández en las PASO del 11 de agosto. Además de haber sido elegida para el espectacular cierre de campaña en el Monumento a la Bandera de Rosario, fue uno de los lugares donde apuntó la estrategia del Frente de Todos para poder apuntalar una victoria nacional. El otro fue Córdoba (segundo distrito en importancia electoral), donde perdió pero logró el objetivo de achicar la amplia diferencia que le sacó el macrismo en 2015 y 2017. En tanto en Santa Fe, que representa el tercer núcleo de votantes más grande del país, la diferencia fue de 10 puntos a favor de los Fernández.
Hoy, para el justicialismo provincial, el panorama es alentador. Si los resultados fueran similares a los de las PASO (43% para el PJ y 33% para Cambiemos), el peronismo estaría en condiciones de ingresar cinco diputados al Congreso, de un total de 10 en disputa. En este panorama, Juntos por el Cambio metería cuatro, y el restante sería para Consenso Federal, la fuerza de Lavagna, que lleva un candidato socialista. Sin embargo, desde el peronismo confían en que la diferencia se ampliará.
“¿El Frente de Todos está lejos de ir por el sexto?”, le preguntó El Destape a un experimentado armador justicialista. “Sería buenísimo, pero lo veo difícil”, fue la respuesta. Es que bajo la actual disposición de las fuerzas, el complicado sistema de reparto D’Hont aseguraría la entrada de una banca para el lavagnismo, a no ser que la polarización entre los dos primeros licúe sus votos de tal manera que baje su cosecha (sacó 13 puntos y le alcanzaba con 9), algo que seguramente no pasará.
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Sin reacción
“Es muy probable que le saquemos más que 10 puntos. Creo que vamos a estar bien”, dice Ricardo Olivera, presidente del PJ provincial y uno de los arquitectos de la unidad peronista en Santa Fe que predijo la gran alianza del Frente de Todos a nivel nacional. Para Olivera, “Cambiemos provincial está muy pinchado y sin reacción. Fijate que (Miguel Ángel) Pichetto vino a Rosario y no lo acompañó nadie. Me parece que están escondidos”, lanzó.
En efecto, el candidato a vice de Mauricio Macri pasó por la ciudad el último viernes, y lo recibieron algunos dirigentes locales, a los que les pidió “recuperar el voto productivo”, pero no apareció ningún candidato: el presidente del PRO provincial Federico Angelini y la radical corralista Ximena García brillaron por su ausencia. El primero, de hecho, se tomó vacaciones y ni siquiera está recorriendo la provincia.
De hecho, los que estaban tenían pasado peronista, como el concejal Carlos Cardozo, el diputado provincial Germán Mastrocola o la ex legisladora María Cristina Benzi, titular de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) durante la última etapa del menemismo. “Se armó en tres horas. Miguel iba de paso a Santa Fe y decidió a la mañana parar acá y dar la conferencia”, se excusaron desde el PRO.
El senador, fiel a su estilo, aprovechó para lanzarle dardos a Miguel Lifschitz, que se sumó a la ola de gobernadores opositores molestos con las medidas de alivio que anunció Nación y significan un ajuste para las arcas de las provincias. “Los gobernadores están en contra de la gente” y “contradicen el discurso de Alberto Fernández”, tiró Pichetto. Nadie salió a responderle.
La fuente del macrismo destacó sin embargo, además de esta visita, la movilización del sábado en distintos lugares del país, con su correspondiente réplica en Rosario. “Fue una inyección grande de entusiasmo. Terminó la catarsis para los dirigentes y la gente. Empezamos a darle para adelante”, admitió.
No arranca
De todos modos, más allá de los embates nacionales y la omnipresente figura de los candidatos presidenciales, en la provincia el contexto es muy tranquilo. La campaña aún no arrancó de nuevo formalmente. La fecha es el 7 de septiembre. “La diferencia se va a ampliar. Vamos a salir fuerte, pero no ahora. No tiene sentido”, adelanta un dirigente del Movimiento Evita.
"Está todo en modo zen. Estamos tratando de ser responsables en cuanto a las críticas y declaraciones, porque claramente los mercados lo abandonaron a Macri y se están moviendo más al ritmo de Fernández” comenta en off un asesor del equipo de transición que construyó Omar Perotti para acordar su desembarco en diciembre. Entre la precaución de la oposición y el desgaste propio del que gobierna sin un rumbo definido y por momentos con acciones irresponsables, se va tallando la previa de la campaña, que aún no entra en su etapa más feroz.
*Nicolás Maggi es corresponsal de El Destape en Santa Fe.