El macrismo hizo todo lo que tuvo a su alcance para ganar las elecciones en Entre Ríos y lo único que consiguió fue bajar su caudal electoral en comparación a los comicios del año 2015.
Tras la aplastante derrota, los números activaron la alerta roja en Casa Rosada: la provincia que esperaban catapultara la reelección de Macri, junto otras como Córdoba o Santa Fe, obtuvo 6 puntos menos que hace cuatro años, cuando ganaron las presidenciales.
En su momento, Cambiemos Entre Ríos presentó al productor agropecuario Alfredo de Angeli, quién consiguió el 39,43% (303.769 votos), lo que representó un alza del 1804,4% en la intención de voto respecto al desempeño que tuvo el PRO en las elecciones de 2011, y se consolidaron como la segunda fuerza por un margen de tan solo 3% respecto al PJ entrerriano (42,30%).
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Cuatro años después, y tras una fuerte crisis económica generada por Mauricio Macri, Cambiemos no solo perdió por amplia diferencia (24,5%) contra el peronismo unido, sino que redujo su intención de voto: consiguieron 219.447, 27,75% menos que en 2015.
En aquel año, el peronismo fue dividido en el FpV, que llevó a Gustavo Bordet de candidato, y el massismo, que postuló a Adrián Fuertes, quien obtuvo el 15,68%. En 2019, el peronismo sumó casi en su totalidad los votos de aquellos dos frentes.