De cara a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias de agosto, se realizan balances sobre la gestión presidencial. Con el dólar a $46,80 y una inflación del 55,8% interanual, Mauricio Macri recorre el país para intentar sumar los últimos votos, pero sobre todo acortar la diferencia con Alberto Fernández que arrasa frente al escenario de crisis social.
En 2016, durante los primeros meses de gobierno macrista, la mesa chica de la Casa Rosada impulsó en el Congreso la aprobación de la ley de Presupuesto 2017.
En el texto el Gobierno había hecho proyecciones económicas hasta 2019, como un modo de generar suficiente seguridad y tranquilidad entre la población como para impulsar reformas duras, en las que incluyó ajuste.
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El equipo económico de aquel entonces, estimó finalizar el mandato con un dólar a $23,53 y inflación entre 3,5% y 6,5%.
En el proyecto figuraba una evolución del tipo de cambio en donde se estimaba un dólar para 2017 de $ 17,92, para 2018 de $ 21,21 y para 2019 de $ 23,53.
En cuanto a la inflación, Hacienda preveía que fuera de entre 12% y 17% en 2017, 8% y 12% en 2018 y para el último año de mandato entre 3,5% y 6,5% interanual.
La norma aseguraba: "La economía mejorará su tasa de crecimiento potencial convergiendo el crecimiento observado a tasas del orden del 3,5% interanual".
Con una reducción del 4,6% interanual en la actividad económica en los primeros cuatro meses del año, con una baja del 10,6% también interanual del sector industrial, y un estimativo de 43 empresas que cierran por día según calculan el INDEC y la AFIP, la normativa de 2016 argumentaba que para estos años se esperaba que las medidas adoptadas lograran "una mejora de la capacidad productiva de la economía, tanto de mediano como de largo plazo".