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La primera fue reconocida por el propio secretario de Seguridad, que esta mañana afirmó que los bonaerenses, el 9 de agosto, "pueden poner la boleta Bossio-Berni". "Con él hace muchos años que trabajamos en un mismo proyecto de país y de provincia", subrayó el funcionario, y agregó: "Tenemos las ganas, las fuerzas y la pasión para llevar esa boleta adelante".
La otra fórmula fue confirmada a El Destape por fuentes de la campaña de Domínguez: "Acordaron ir en fórmula. Mussi insiste en ser el uno, pero por historia y trayectoria tiene que ser Julián". El presidente de la Cámara de Diputados afronta todavía un alto desconocimiento en el electorado bonaerense y, por ahora, con eso juega el intendente de Berazategui para no aceptar tan livianamente ser el dos.
El titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, pretende conformar un tercer tándem para sumar al electorado progresista, pero la experiencia de las PASO porteñas demostró que la dispersión conlleva un alto riesgo y por eso esta opción quedó en stand by en Olivos.
Los otros precandidatos
En medio de las versiones que indicaban que declinaría su precandidatura, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, ratificó hoy que irá a las PASO del FPV: "Voy a ser gobernador de la provincia de Buenos Aires".
El último en subirse al tren de las precandidaturas bonaerenses fue el diputado provincial Fernando "Chino" Navarro, que pretende que la agenda del Movimiento Evita tenga presencia en esa contienda primaria. ¿Como vice de Sabbatella? "Yo hablo con todos los compañeros", dijo a este medio, pero remarcó la necesidad de tener una interna competitiva para evitar lo que sucedió en la Ciudad, donde la dispersión de candidatos terminó perjudicando al FPV, según reconoció el propio Mariano Recalde.
"Lo que hay que hacer es una interna de verdad, porque lo que tuvimos en la Ciudad fue una interna de juguete donde todos pensaban lo mismo", señaló, y consideró que "posiblemente va a haber dos, tal vez tres o a lo sumo cuatro" fórmulas.
La incógnita es qué hará el candidato que, por ahora, mejor mide: Martín Insaurralde. El intendente de Lomas de Zamora carga con el peso de haber coqueteado con el massismo durante un año y sembró un fuerte rechazo en el kirchnerismo "puro" bonaerense, que ahora cosecha. El único que lo guarda bajo su ala, aunque con menos confianza que antes, es Daniel Scioli. El gobernador sabe que no puede prescindir del hombre al que respaldan las encuestas, menos en un año en el que hay que cuidar los votos. En ese marco, la alternativa que no derrama ni una gota de sangre es ir por la reelección en Lomas.
El que quedó relegado en este escenario es el ultrasciolista Santiago Montoya, a quien el ex motonauta mandó a "caminar" la Provincia. El presidente del Grupo Provincia resiste, por ahora, con su abultada billetera y su promesa de fidelidad eterna.