Una majestuosa cena para funcionarios, artistas, empresarios, sindicalistas y militantes de a pie fue la introducción para el "Círculo Celeste y Blanco". En Costa Salguero, el candidato del Frente para la Victoria Daniel Scioli reiteró sus promesas de "seguir lo que haya que seguir y cambiar lo que haya que cambiar" de cara al mes que definirá a suerte y verdad la carrera electoral a la que se lanzó.
La frase, un juego de palabras por el "Círculo Rojo" del macrismo, bien engloba a ese grupo de personas influyentes que acompañan a Scioli en sus aspiraciones presidenciales. Desde Osvaldo Cornide, titular de CAME, hasta Antonio Caló y Roberto Fernández, y distintos candidatos del FpV, como el empresario de medios Sergio Szpolski, todos no faltaron a la cita, que recaudó fondos para la campaña.
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Los participantes de la misma accedían al salón principal a través de una alfombra naranja, un estilo hollywoodense adaptado a la política vernácula. Por allí fueron apareciendo Sergio Goycochea, Jorge "Acero" Cali, su tocayo Telerman, José "Pepe" Scioli, entre otros. Scioli y Zannini llegaron casi en simultáneo, acompañados de sus respectivas parejas.
El jefe de campaña de Scioli, Jorge Telerman, defendió la posición en torno al debate presidencial que adoptó el candidato kirchnerista. "Debate todos los días, tenemos una prensa independiente y curiosa que le pregunta", sostuvo ante la avalancha de micrófonos. El verborrágico Aníbal Fernández también se detuvo para hablar con un cronista de televisión y tuvo tiempo para ironizar cambiándole el nombre al candidato de Cambiemos por "Néstor Carlos Macri", por sus promesas de continuidad luego del balotaje porteño.
Al igual que lo ocurrido con Mónica López, el FpV podrá decir que logró otra incorporación rutilante: el falso papa Francisco, habitué del búnker PRO, en esta ocasión dio el presente en la reunión del kirchnerismo.
En el acto propiamente dicho, habló el primer candidato a diputado nacional del FpV en la Ciudad, Axel Kicillof, quien recordó el décimo aniversario del No al ALCA. Luego le siguió vicegobernador Gabriel Mariotto y el presidente del PJ nacional, Eduardo Fellner, hasta llegar a la dupla presidencial: Carlos Zannini y Daniel Scioli.
Mientras los comensales degustaban una entraba de fiambres y tomates secos, Zannini destacó su orgullo por haber estudiado en la escuela y universidad pública y recordó al fallecido Néstor Kirchner. Scioli volvió a machacar con las "tres T del papa Francisco: tierra, trabajo y techo" y le habló a aquellos empresarios pymes que se encontraban en el salón: "fui trabajador y fui emprendedor, sé lo que es porque estuve de ese lado del mostrador". "Si antes recuperamos YPF, ahora vamos por la soberanía energética", destacó como punto saliente de cómo quiere mostrar su idea de gobierno: una evolución más que el "cambio vs continuidad" que plantea PRO.
Los asistentes ya degustaban un ojo de bife con papas cuando se dio el momento emotivo de la noche: Scioli subió al escenario junto a su mujer, Karina Rabolini, y su hija, Lorena, en medio del aplauso de la concurrencia. Luego, tuvo tiempo para atender los micrófonos de Intratables.
El acto se desarrolló en medio de un clima formal pero distendido, que contrataba con la fuerte tormenta que caía sobre la Ciudad de Buenos Aires en ese mismo instante. En las mesas solo se hablaba de una cosa: los números que hacen falta para consagrar al candidato del oficialismo en primera vuelta y evitar el balotaje. No es para menos: octubre llegó y la carrera se encuentra en los metros finales.