Elecciones 2015: las fugas que se vienen en el Frente Renovador

17 de octubre, 2015 | 18.19
"Muchos compañeros están esperando el 25 de octubre para pegar el salto al Frente para la Victoria. Me lo dicen en todo el país y en la provincia de Buenos Aires en particular", dijo esta semana Mónica López. Aunque evitó dar nombres, El Destape pudo saber quiénes son y cuál será el mecanismo para una salida elegante.

Se trata de un grupo de legisladores y dirigentes que fueron tentados en los últimos días por el sciolismo, que se cree ganador en primera vuelta y ya piensa en la conformación del nuevo Congreso.

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José Ignacio de Mendiguren; Mirta Tundis; Gilberto Alegre; Héctor Daer y Marcelo D´Alessandro serían los primeros en abandonar a Sergio Massa si Daniel Scioli obtiene un triunfo en primera vuelta. Lejos del salto abrupto al estilo Mónica López, conformarían un bloque propio en Diputados, aliado al Frente Para la Victoria. De esta manera, mantendrían cierta independencia a la hora de debatir y votar en el recinto y amortiguarían la borocoteada ante la opinión pública. Si bien niegan la posibilidad de la fuga para evitar maltratos a una semana de los comicios, ante consultas periodísticas bajaron el tono a la hora de criticar la gestión y las propuestas de Scioli.

Por su parte, el marido de López y dirigente petrolero Alberto Roberti estaría analizando varias posibilidades. Ninguna de ellas incluye quedarse en el Frente Renovador, sobre todo después de haber calificado al gurú peruano Sergio Bendixen de "gordo pelotudo". Podría seguir los pasos de su mujer y alinearse con el FPV; sumarse al bloque pansciolista de su colega Omar Plaini o conformar el nuevo espacio aliado.

El diputado bonaerense por el Frente Para la Victoria, Guido Lorenzino reconoció las gestiones para atraer a los desencantados: "Estamos trabajando todos los días para tratar de convencer a un montón de compañeros que se han sentido defraudados, que han tenido participación en otro espacio político pero que tienen una mirada común sobre lo que hay que hacer en el futuro. Muchos legisladores nacionales y provinciales seguramente después del 25 de octubre van a ser parte de la etapa que viene. Venimos hablando con ellos para construir consensos en torno a las políticas públicas que vamos a implementar a partir del 10 de diciembre".

Como es muy probable que en la Cámara Baja el FPV no tenga mayoría propia, Scioli busca ampliar el número sumando aliados y promete no discutir a libro cerrado. "Nosotros trabajamos estos ocho años en la Provincia con consenso. Fuimos siempre la primera minoría y las leyes más importantes - la ley de policía judicial; ley de juicio por jurados; la ley de fertilidad- pudieron ser consensuadas con el resto de las fuerzas políticas. Estamos acostumbrados a ese mecanismo de trabajo y lo vamos a llevar adelante a nivel nacional", asegura Lorenzino.

- El Destape: Muchos de los dirigentes que hoy podrían volver fueron muy duros con Scioli en su momento, ¿Cuál es el límite? ¿Todo vale a la hora de sumar?

- Lorenzino: Límite hay. Van a tener que ser personas que se comprometan con las cosas que vamos a hacer. Que crean que lo que vamos a llevar adelante lo puedan acompañar desde sus miradas críticas. Si adhieren y quieren colaborar, bienvenidos sean.

- El Destape: ¿Y son optimistas? ¿Creen que pueden convencerlos?

- Lorenzino: Absolutamente. El compromiso que vemos es muy importante. Y encuentran en Daniel (Scioli) una persona que está dispuesta al diálogo, al debate, a permitir la mirada crítica. Creo que el peronismo que viene va a tener mucho de eso, de ideas comunes que nos unan pero aceptando las diferencias y los matices. Recibimos buenos comentarios y estoy seguro que en la etapa del peronismo que viene vamos a integrar de nuevo a muchos compañeros.

El mensaje es uno sólo pero con dos destinatarios: hacia afuera; para seguir con la búsqueda del voto independiente, y hacia adentro; para atraer a todos los sectores del peronismo. Se trata de, como dejó trascender un dirigente justicialista a El Destape, "garantizar un estilo menos rígido que el de la última década. Una forma de gobierno más aperturista y dialoguista".