Todos los caminos de Martín Insaurralde conducían al Frente Renovador. Menos uno: el de las encuestas. El derrumbe en la intención de voto de Sergio Massa puso fin al coqueteo y el intendente de Lomas de Zamora seguirá en el Frente para la Victoria. Al menos, así lo afirmaron en el PJ lomense.
SERGIO MASSA, CON LAS ENCUESTAS EN BAJA.
"Estamos dentro del Frente para la Victoria y no nos vamos. Lo aclaramos para que no queden dudas". La frase salió de la boca de Santiago Alberto Carasatorre, presidente del Concejo Deliberante y principal operador político de Insaurralde, que le cuidó la casa como intendente interino durante su breve excursión por la Cámara de Diputados.
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El sorpresivo anuncio se produjo el miércoles pasado en la sede del PJ de Lomas de Zamora, donde se realizó un acto para ratificar la participación en la movilización del 1º de marzo y el respaldo a la presidenta. Del encuentro participaron Julio Rivero y Emilio Solas (Proyecto Nacional-Mariotto), Gabriel Giurlido (Kolina), Vanesa López (La Cámpora), Juan Francisco Navarro (Movimiento Evita), entre otros integrantes del bloque del FPV local. También, y a diferencia de reuniones anteriores, participaron tres concejales que responden al intendente: Sergio Oyhamburú, Ana Tranfo y, obviamente, Carasatorre.
"Beto", orgánico al justicialismo, creyó siempre que apartarse del camino de Daniel Scioli sería un error político, por eso jugó fuerte para evitar un pase que a mediados del año pasado parecía inminente e incluso era fogoneado por otros hombres muy cercanos a Insaurralde, entre ellos su jefe de Gabinete, Guillermo Viñuales, principal competidor de Carasatorre en la sucesión.
A pesar de sus preferencias, Viñuales había dejado claro en un comunicado de agosto del año pasado el "respaldo incondicional del peronismo" de Lomas de Zamora a Insaurralde y la voluntad de "acompañar la decisión política que él adopte para resolver su precandidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires".
Una nueva pérdida para el massismo
El tercer lugar en las encuestas impactó de lleno en el corazón del Frente Renovador, que empezó a perder dirigentes como un saco roto. El gran portazo lo dio Gustavo Posse, que no soportó el hostigamiento del sector que responde a Malena Galmarini y decidió jugar en la interna del PRO, de la que también participará María Eugenia Vidal.
Lomas es es segundo distrito más poblado de la provincia y, por ende, determinante en las urnas. Massa no solo pierde la posibilidad de sumar al intendente sino que no tiene ni siquiera un hombre que le pueda hacer sombra en el municipio. El que gana con esto es Darío Giustozzi, a quien el affaire con Insaurralde lo tenía muy molesto y amenazó con abandonar el espacio si el candidato a gobernador era el lomense. Sin embargo, Giustozzi no deja de hablar con operadores de Florencio Randazzo, por si acaso. Si la tendencia de Massa en las encuestas se mantiene, podría ocurrir incluso que el propio líder del Frente Renovador vaya por la provincia y espere cuatro años más antes de la aventura presidencial.
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