Si bien el jefe de Gabinete no lo confirmó explícitamente, su precandidatura a gobernador ya es un hecho y la decisión generó movimientos en la interna del FPV. Esta semana, cuando la noticia todavía era un rumor, Diego Bossio y Sergio Berni anunciaron que compartirán fórmula y Julián Domínguez y Patricio Mussi revelaron la intención de trabajar juntos. Si bien hay buena relación y puntos en común entre los dos últimos, desde el sector del Intendente de Berazategui deslizan que Domínguez se apuró en proclamarse cabeza de fórmula y aseguran que todavía no está definido el orden. Claro que Los Oktubres van a insistir para que Mussi sea el uno en el tándem. Lo cierto es que más allá de las especulaciones hay un dato que ninguno ignora: la decisión última es de Cristina Fernández de Kirchner. Es la Presidenta la que dentro de unos 15 días tendrá sobre su escritorio todas las opciones y definirá el armado de cara a las PASO.
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La agrupación Los Oktubres se auto define como de pura cepa kirchnerista. Son ocho bonaerenses y sumaron la adhesión de otros intendentes del interior, como Martín Soria, de General Roca y María Eugenia Martini, de Bariloche. Todos son sub 45 y nuevos en la gestión. Dicen ser los hombres y mujeres que llevarán adelante el trasvasamiento generacional de la política, los que tomarán la posta de los próximos años. Si bien mantienen una relación cordial e institucional con Scioli, Los Oktubres sólo responden a la conducción de Cristina Fernández.
"Mi única jefa es Ella", afirma uno de ellos ante la consulta de El Destape. "El que nos dio a los intendentes todas las herramientas para poder hacer gestiones exitosas ha sido el Gobierno Nacional. Los que pagaron altísimos costos fueron Néstor y Cristina. El resto de los gobernadores -incluido Scioli- los intendentes, sólo son compañeros que van fortaleciendo la conducción de Cristina. El aporte que puede haber hecho Scioli es el mismo que hicimos nosotros", asegura a este medio Francisco Durañona, jefe comunal de San Antonio de Areco, quien afirma, además que "quien sea el próximo presidente, ganará en primera vuelta y estará bajo la conducción de CFK". Y, en un claro mensaje al Gobernador, advierte que "el que se mueva de ese lugar ya no va a pertenecer al Frente Para la Victoria".
El debate sobre la estrategia electoral del kirchnerismo puertas adentro, se sabe, es intenso. Mientras algunos consideran que todavía hay tiempo para una fórmula puramente cristinista, otros creen que, a esta altura de los acontecimientos, el ex motonauta se va consolidando dentro del espacio y apostar a otra cosa sería un suicidio político. Esta misma discusión existe, claro, dentro de Los Oktubres, que dicen no tener un candidato a Presidente favorito "porque Cristina tampoco lo tiene", pero que sí prefieren a uno en especial para suceder a Scioli en la Provincia.
El debate sobre la estrategia electoral del kirchnerismo puertas adentro, se sabe, es intenso. Mientras algunos consideran que todavía hay tiempo para una fórmula puramente cristinista, otros creen que, a esta altura de los acontecimientos, el ex motonauta se va consolidando dentro del espacio y apostar a otra cosa sería un suicidio político. Esta misma discusión existe, claro, dentro de Los Oktubres, que dicen no tener un candidato a Presidente favorito "porque Cristina tampoco lo tiene", pero que sí prefieren a uno en especial para suceder a Scioli en la Provincia.
Por ahora, Mussi y Domínguez enfrentan a un alto número de contrincantes: Aníbal Fernández, con buen nivel de conocimiento; la fórmula Bossio-Berni que, reconocen, tiene potencial. Uno es joven con experiencia en gestión, otro con perfil de acción y visibilidad en la lucha contra la inseguridad. También siguen anotados Martín Insaurralde y Fernando Espinoza, ambos con respaldo de la ola naranja, lo que podría implicar un alto costo en caso de que en Casa Rosada intentaran bajarlos, según admiten algunos lejos de los micrófonos prendidos. Y más atrás pero aún en carrera, el Chino Navarro y Gabriel Mariotto.
La cuenta regresiva ya comenzó. La Presidenta, quien retomó la iniciativa política y supo recuperarse tras el torbellino desatado por la muerte de Nisman, hoy ostenta una imagen positiva que supera el 40 por ciento. Lejos del síndrome de pato rengo o del tan mentado fin de ciclo, representa la casi absoluta centralidad de la política argentina. Con todo este capital es que Cristina Fernández es la única que tiene calzado el traje de la gran armadora del FPV.
La cuenta regresiva ya comenzó. La Presidenta, quien retomó la iniciativa política y supo recuperarse tras el torbellino desatado por la muerte de Nisman, hoy ostenta una imagen positiva que supera el 40 por ciento. Lejos del síndrome de pato rengo o del tan mentado fin de ciclo, representa la casi absoluta centralidad de la política argentina. Con todo este capital es que Cristina Fernández es la única que tiene calzado el traje de la gran armadora del FPV.
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