Mientras los cuadernos del chofer Oscar Centeno nunca aparecieron, el escándalo de las coimas que involucra al fiscal Carlos Stornelli y el multifacético Marcelo D´Alessio cuenta con un cuaderno original que ya fue preservado en el juzgado de Dolores y donde costa el monto de la coima que le pidieron al empresario denunciantes Pedro Etchebest. El número que figura escrito es “300”. Eran 300.000 dólares.
Las fotos del cuaderno original, obtenido durante uno de los allanamientos al domicilio de D´Alessio, constan en el procesamiento que le dictó el juez Alejo Ramos Padilla. En su logorrea (Verbitsky dixit) extorsiva, D’Alessio le aseguró a Etchebest que ese número lo puso Stornelli. En su declaración testimonial, Etchebest relató: “Me mostró un anotador de color marrón, simil cuero, que tenía dibujado un avión y abajo estaba el número ́300 ́. D ́Alesio me dice que Stornelli había escrito ese número, que ese era el número que él pedía y que yo ya le había dado la mano y que eso significaba que había cerrado un trato, que había cerrado un negocio, que no podía ir para atrás.”
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Repecto de la autoría de la cifra “300”, el juez Ramos Padilla fue claro y afirmó que, en principio, parece la letra de D’Alessio pero que deberá realizarse una pericia caligráfica. El textual, dice: “En relación a la inscripción manuscrita ‘300’, cabe ser riguroso en la siguiente afirmación. A partir del múltiple cotejo con otras inscripciones manuscritas de D ́Alessio que han sido halladas con motivo del allanamiento, sin perjuicio de lo que pudiera resultar del eventual peritaje caligráfico, resulta más que probable que haya sido escrito de puño y letra por, el propio Marcelo D ́Alessio. Esas inscripciones numéricas son similares a otras que fueron halladas entre sus anotaciones, especialmente en el número ‘0’. De este modo, es posible considerar –reitero, más allá de lo que pudiera surgir a posteriori en la investigación que deberá ser profundizada también en este aspecto-, que la exhibición de ese número formaba parte también del engaño propio de la maniobra extorsiva. Era otra manera de darle credibilidad a la exigencia de 300.000 dólares a Pedro Etchebest”.
Para el juez Ramos Padilla, más allá de esta autoría que deberá confirmarse, lo claro es que D’Alessio utilizó ese cuaderno (que, vale repetir, sí existe y no se trata de fotocopias) como parte de su maniobra extorsiva, apoyada en la muestra de vínculo con Stornelli.
El cuaderno mencionado es de color negro, con la leyenda “Orígenes” y un elástico del mismo color que sirve de señalador. En una de las hojas de dicho cuaderno están las grafías de las que conversaron D´Alessio y Etchebest el pasado 8 de enero. En una de las páginas –foliada con el Nro. 5- se observa manuscrito con la misma lapicera con tinta de color negro un dibujo de avión (producto, según el relato de D’Alessio, de una explicación que le dio a Stornelli sobre un tema vinculado a Flybondi) y el número “300”, junto a las siguientes inscripciones relacionadas entre sí mediante flechas: “Abogado”,“Thomas – Yaciretá”, “Elaskar”, “Baez”, “Leo”, “Rodrigo”, “Abogado”, “Ardid”, entre otras que no se interpretan.
Las anotaciones están vinculadas a varias partes de este escàndalo. Thomas-Yaciretá es Oscar Thomas, ex titular de Yaciretá que figura en la causa de la fotocopia de los cuadernos. Su abogado es José Manuel Ubeira, al cúal Stornelli quiso realizarle una cámara oculta, trabajo que le encargó al propio D’Alessio. Elaskar es Federico Elaskar, otro de los defendidos por Ubeira. Rodrigo es Rodrigo Gonzalez, que cada vez aparece más en esta historia. Fue abogado del propio D’Alessio hasta que conoció el contenido de los audios de éste con Etchebest, y fue señalado como uno de los nexos con Stornelli y el propio juez Claudio Bonadio.