Los empleados del Teatro Colón son víctimas de un profundo deterioro salarial y artístico, y nadie en los altos cargos quiere hacerse cargo. En una entrevista exclusiva con El Destape, el primer bailarín del Colón, Federico Fernández, relató la dura realidad que atraviesa el cuerpo laboral del organismo que depende del Estado.
"Si bien estamos en vacaciones, no hemos obtenido ninguna respuesta, ni del gremio, ni de las autoridades del Colón, que no se comunicaron con ningún referente del sector técnico o artístico", sostuvo.
"El conflicto es muy amplio, y cada sector del teatro tiene un reclamo diferente. De parte de la Compañía Estable de Ballet decimos que no se trata de un conflicto gremial, creemos que es más bien abordar lo que significa una compañía de ballet pública con los conflictos que encierra. Hay derechos que son vulnerados y una dirección que no responde por ello. Por otro lado, la existencia de un gremio que se dice comprometido en el discurso, pero no se lo ve en los hechos", afirmó Fernández.
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Por el momento, no hay respuesta de los directivos del teatro y los trabajadores están preocupados. "Fue una sorpresa llegar al 29 de diciembre y no tener ningún tipo de respuesta. Creemos que fue premeditado y pensado, pues cuando llegaron las vacaciones cada uno se fue para su casa y los altos cargos se desligaron del asunto. Veremos qué situación nos depara para febrero, que es cuando retomamos las actividades", explicó el reconocido bailarín.
Si bien pasan los gobiernos, el Colón depende del Gobierno de la Ciudad desde 2007. "Si bien los gobiernos de Néstor y Cristina fueron sumamente abiertos al crecimiento cultural, en el Colón no vimos esa revolución. Nosotros dependemos de las políticas de la Ciudad. Lamentablemente para mi situación como trabajador estatal, no creo que Alberto pueda interceder ante nuestros problemas", finalizó Federico Fernández sobre la delicada problemática. Un teatro estatal que no proporciona ni difunde una cultura para todos. El último bastión "cultural" de Cambiemos: no alcanza el marketing para tapar las mentiras.