Federico Llamas, el surfista contra el que se emitió un pedido de captura por evadir la cuarentena obligatoria, viajó desde el barrio porteño de Flores hasta la ciudad balnearia de Ostende y podría ser detenido en las próximas horas.
El joven de 27 se escapó de la casa a donde había sido trasladado y emitieron una orden de captura en su contra. Ahora, su abogado asegura que está a más de 350 kilómetros de ese lugar, mientras la Policía espera instrucciones para detenerlo.
Llamas cobró relevancia el pasado martes cuando regresó de Brasil y se mostró enojado ante las cámaras de televisión por el accionar de las fuerzas de seguridad que decidieron escoltarlo hasta su domicilio para que cumpla la cuarentena. Horas atrás volvió a ser noticia cuando se comprobó que se había escapado de ese sitio apenas minutos después de ser trasladado hasta.
"Él se encuentra en el domicilio que dio cuando hizo la declaración jurada cuando llegó de Brasil. En este momento está en Ostende", aseguró su abogado en declaraciones a Telefe.
Según el letrado, el joven habría afirmado que vivía en la ciudad balnearia y que nunca había cambiado el domicilio, sin embargo, los efectivos decidieron llevarlo a la dirección registrada en su DNI. Esa declaración se contradice con los datos de la causa.
Según un reporte policial de la Jefatura Departamental de Pinamar, el surfista se instaló en la casa de su madre luego de ingresar a Ostende por la entrada de Pinamar. Para vigilarlo, se le instaló una consigna policial en la puerta a la espera de una definición judicial.
Llamas podría ser juzgado por violar el artículo 205 del actual Código que establece que "será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia".