El interventor de la Administración General de Puertos (AGP), Gonzalo Mórtola, realizó una curiosa autocrítica sobre la gestión de gobierno. "Lo que nos faltó estos años es darnos cuenta de que la felicidad está en lo cotidiano y no en lo excepcional. No solo somos felices cuando nos vamos de compras a Miami o Los Ángeles con nuestras esposas", señaló el funcionario.
En los habituales almuerzos en el Rotary Club, y comentó que fue emprendedor y luego pasó a integrar los equipos de Mauricio Macri en programas de mejoras para villas.
Se trata ex rugbier del Colegio Cardenal Newman, el mismo al que fue el Presidente con el jefe político del interventor, José Torello, jefe de asesores de Casa Rosada.
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Durante la gestión de Macri en la Ciudad, Mórtola estaba a cargo del programa de mejoras de la Villa 31 y trató de armar un equipo de rugbiers del asentamiento de Retiro para competir contra el Newman y los otros equipos de la URBA.
Luego de asumir la presidencia, Macri designó a Mórtola como subinterventor de la AGP, empresa del Estado que controla los terrenos portuarios fiscales no concesionados y que tiene a su cargo la terminal de contenedores del Puerto de Buenos Aires.
Mórtola tiene a cargo la licitación del Puerto de Buenos Aires y se reveló en El Destape que incurrió en diversas oportunidades en irregularidades.
Durante su discurso Mórtola destacó la lucha contra las "mafias" portuarias que antes de su llegada que cobraban "precios abusivos" por algunos servicios como la limpieza y barrido de los contenedores, cotizada en 85 dólares. Además aseguró que tecnificó el funcionamiento del puerto. "Hasta hace poco tiempo las posiciones de los buques se marcaban con imanes en una pizarra", explicó.
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Antes de su llegada al hotel céntrico donde se realizó la charla, miles de volantes tapizaron la puerta del lugar. En las papeletas de referían a Mórtola como "persona no grata en el Puerto de Buenos Aires" y lo acusaban de haber contratado por 2,3 millones de pesos un funcionario que "cumplía funciones en la embajada argentina del Uruguay".
Desde su nombramiento como director de la AGP en 2016, Mórtola designó a un equipo de diez asesores con choferes privados, smartphones y sueldos de 180 mil pesos. Un gasto de 1,2 millón de dólares por año en el "equipo".
En cuanto a su sueldo, igual al de un subsecretario de Estado que va desde los 70 a 90 mil pesos en bruto de acuerdo a la antigüedad en la administración pública que demuestre el funcionario, Mórtola en ese entonces buscó triplicarlo para percibir alrededor de 270 mil pesos mensuales.