El titular del fondo de inversión NML, Paul Singer, afirmó que Argentina "se impone un daño a sí misma" al no querer negociar con aquellos que quedaron por fuera del canje. Consideró que si el gobierno "colocara deuda, el impacto sobre la Bolsa sería muy positivo".
Singer, cuyo fondo fue uno de los más beneficiados con el fallo del juez Thomas Griesa, agregó que tiene "la esperanza que el próximo gobierno note que sacarse de encima este conflicto es lo mejor", aunque remarcó que tiene "esperanzas, no expectativas". Fue uno de los principales oradores en la Quinta Conferencia Anual de Delivering Alpha, en una reunión de inversores institucionales organizada por CNBC en Nueva York.
La deuda reclamada por los fondos NML Capital, Aurelius y Olifant en el juzgado de Griesa en Nueva York por los títulos en default de 2001 ascendía a 1.300 millones de dólares, y luego de los fallos en favor de las empresas por parte de Griesa se transformaron en más de 1.600 millones, ya que se sumaron sumarle intereses punitorios.
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A su vez, en junio de este año, Griesa dio lugar al reclamo de otros 500 acreedores que exigían igualdad de trato en el pago de la deuda a través de la cláusula "me too", lo que representa a la Argentina obligaciones por otros 5.000 millones de dólares.
"Argentina es la única responsable de sus heridas. Nosotros queremos que nos paguen en títulos, no cash con descuento, y no quieren", enfatizó Singer, quien agregó que "este gobierno es muy ideológico y coloca la ideología por sobre todo el resto".
Por último y buscando simpatía con los inversores presentes, Singer bromeó acerca de la disputa por la Fragata Libertad, retenida durante casi tres meses en Ghana en 2013, luego que un juez local habilitara a los fondos a retener activos argentinos en el exterior: "Al retorno de un barco escuela se lo presentó como si se tratara de toda la Armada Nacional", concluyó.
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