El 21 de febrero fue la fecha elegida por Hugo Moyano, líder de Camioneros, para llevar a cabo una movilización en contra de las políticas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri. De la misma participarán las dos CTA, una parte de la CGT, el gremio de los bancarios, los canillitas, los docentes, el kirchnerismo, la izquierda y organizaciones sociales como la CTEP, Barrios de Pie y el Frente Trabajo y Dignidad Milagro Sala, entre otros. Pero a la movilización también se suman distintas organizaciones y movimientos que buscan incorporar la agenda de género y poner de manifiesto cómo las políticas de ajuste afectan con más profundidad a las mujeres.
El colectivo Ni una Menos y dentro del Frente Trabajo y Dignidad Milagro Sala organizaciones como el Movimiento Villero, la Corriente Peronista Descamisados, Barrial Tupac Amaru, Militancia Popular, Fetraes, Unidos y Organizados, Frente Ciudadano Somos Patria, Militancia Popular, la Agrupación Villera Piquetera y la Corriente Patria Justa son algunas de las agrupaciones que marcharán el 21 para instalar la lucha por la igualdad de género.
“La mujer del movimiento social está muy invisibilizada. Siempre se habla de la mujer sindicalizada, no la del movimiento social o piquetero”, explica Analía Iraola, secretaria General del Frente Ciudadano Somos Patria.
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En ese sentido, Iraola marca la distinción de género que se percibe en los trabajos en los barrios: “Cuando estamos en las barriadas las que salen a cubrir con las ollas son las mujeres. En cada barrio el porcentaje de mujeres es mayor que el de hombres. Muchas son jefas de hogar que están siendo víctimas de los ajustes”.
El viernes se llevó a cabo la tercera asamblea de cara al paro internacional de mujeres del 8 de Marzo. Fue ese día cuando la asamblea del colectivo Ni una Menos resolvió adherir a la marcha del 21 "contra el patriarcado, contra los despidos, contra las reformas de hambre y ajuste". Asimismo, la convocatoria dispuesta para la movilización del próximo miércoles incorporará dentro del documento la convocatoria al 8M.
Mujeres despedidas del Hospital Posadas, de la Casa de la Moneda, del Ministerio de Defensa, del INTI y familiares de despedidos de Rio Turbio fueron algunas de las oradoras que expusieron el duro momento laboral que afrontan con las políticas implementadas por el actual Gobierno.
Las medidas de ajuste llevadas a cabo por Cambiemos afectan, de forma más profunda, a las mujeres. Esto es producto de un conjunto de factores que generan una brecha económica y laboral entre el género masculino y el femenino. En Argentina, según datos publicados por El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) , la brecha salarial es del 27 % y alcanza el 40 % en el mercado informal.
Esta diferencia en la percepción de los haberes se puede observar en las distintas tareas a las que se dedica cada género, en dónde las mujeres suelen insertarse en un mercado con sueldos de menor remuneración. Según un informe del INDEC, son 1.138.566 las mujeres que cobran el porcentaje de ingresos más bajos, contra 529.847 hombres. La relación se vuelve inversa en los mejores sueldos, en donde los hombres llegan a un número de 1.100.902 y las mujeres a 567.389.
Para la diputada nacional de Unidad Ciudadana y secretaria general del Sindicato de los Trabajadores Judiciales de la CABA Vanesa Siley, “hay que llevar el reclamo como parte de un plan de lucha”. En ese sentido, remarca que “las mujeres son las primeras afectadas por el ajuste, las más despedidas, las más subocupados, las más precarizadas, las que tienen el promedio salarial más bajo”.
Medidas como las reformas laboral y previsional, el número de inflación y los fuertes tarifazos son algunas de los casos que convierten a las mujeres en el sector más vulnerable. Dentro de este escenario, son las más jóvenes, las que son sostén de familia y las trans las que más sufren la desigualdad de una estructura laboral que prima hace años.
El debate por la reforma laboral que impulsa el Gobierno dejó fuera de agenda muchos temas que atañen a las mujeres: no se contempla el trabajo doméstico - alrededor del 98 % del mercado está compuesto por mujeres - , el cupo laboral trans (impulsado por Diana Sacayán) y solo se extiende la licencia por paternidad en 15 días, mientras la de las mujeres continúa por debajo de lo establecida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Es fundamental que el conjunto del movimiento obrero incorpore como parte estratégica la demanda de las mujeres para la marcha al 21. Me gustaría que los oradores no esquiven esta cuestión y revindiquen el rol de las mujer”, destaca Siley, una de las impulsoras para que el colectivo Ni una Menos se sumara a la movilización.
Sin embargo, la diputada considera que la falta de perspectiva de género dentro del sindicalismo es la misma que se vive en todos los sectores de la sociedad: “El sindicalismo es igual de machista y patriarcal que todo estructura de poder”.
Otro tema fundamental tiene que ver con la distinción en las tareas de cuidado, en donde las mujeres deben contemplar el uso de un tiempo determinado, de dinero y hasta de una infraestructura adecuada. Es común que este tipo de tareas, que no son remuneradas, recaigan sobre mujeres que se vuelven el sostén de su entorno.
“Cuando le exigimos al Gobierno participación de las mujeres hay que exigir también que en el mundo del trabajo se cubran estas desigualdades”, concluyó Siley.