Mauricio Macrisorprendió-para mal-con la designación en comisión de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como jueces de la Corte Suprema. El asesor en las sombras de esta polémica medida fue ni más ni menos que Fabián Rodríguez Simón, el ex titular de la UCEP, procesado por las numerosas agresiones a indigentes, causa en la que también estuvo involucrado el primer mandatario.
Según reportan diversos medios, Rodríguez Simón fue quien aconsejó al presidente Macri que avanzara en los nombramientos de ambos jueces sin pasar por el mecanismo que prevé la Constitución y el decreto 222 que firmó Néstor Kirchner: un proceso de audiencias en donde se analizan los antecedentes y la designación por dos tercios del Senado.
Simón es uno de los operadores judiciales que tiene el actual jefe de Estado junto con el binguero y presidente de Boca Daniel "Tano" Angelici. Es parte del grupo de allegados de Macri desde que era estudiante del colegio Cardenal Newman, junto al empresario de la obra pública porteña Nicolás "Nicky" Caputo y José Torello.
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Asimismo, en los tiempos del gobierno porteño, Rodríguez Simón estuvo a cargo de la controvertida Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) tristemente célebre por los registros de distintas agresiones que sus miembros le propinaban a pobres e indigentes que vivían en las calles porteñas, golpeando mujeres y destruyendo sus pocas pertenencias. Por esa causa, el por entonces jefe de Gobierno, el ministro de Espacio Público Juan Pablo Piccardo, Rodríguez Simón y otros empleados de la UCEP fueron denunciados. Piccardo y Macri resueltos sobreseídos por la Justicia; Rodríguez Simón, en cambio, sigue procesado por el juez Facundo Cubas.
Rodríguez Simón, además, ocupó el segundo lugar en la lista para diputados del Mercosur, el Parlasur, para distrito único nacional, detrás de la Coalición Cívica Mariana Zuvic.
El polémico decreto, mientras tanto, mantiene "plena vigencia" según un comunicado de la Corte Suprema en la que informó de la reunión entre Macri y el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti. Es decir, a pesar de que Rosatti y Rosenkrantz asumirían recién en febrero, esto va en paralelo al proceso que estipula el decreto 222 para sus nombramientos.
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