El PRO busca al sucesor de Macri y el kirchnerismo intentará consolidarse como segunda fuerza

26 de abril, 2015 | 08.00
La Ciudad comienza a desandar el camino para elegir a un nuevo jefe de Gobierno porteño. Sin reelección de Macri posible, la PASO permitirá dirimir una feroz interna: la del PRO, que sumó calor y tensión en el último tramo. La pelea entre Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti acaparó la atención de la campaña en toda la Ciudad, donde no faltaron acusaciones cruzadas que antes no se veían. El kirchnerismo y uno de los gajos de UNEN, ECO, se disputan el segundo lugar que permita acceder a un eventual ballotage.

La elección arrancó a las 8 de este domingo y más de 2,5 millones de personas están habilitadas para emitir su sufragio hasta las 18. Si bien este comicio no declarará a un "ganador", servirá para tener un panorama de dónde está parada cada fuerza política de cara a las generales del próximo 5 de julio. También se definirán las listas de 30 candidatos a legisladores y los comuneros.

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En ese sentido, hay algo de lo que nadie duda: el PRO, que accedió a la Jefatura de Gobierno porteña en 2007, será la fuerza más votada con la suma de sus dos candidatos y, al menos, mantendría el nivel de apoyo que consiguió Macri en 2007 y 2011, con la posibilidad de superarlo, al agregarle el atractivo de una competencia dentro del "equipo". La interna macrista prácticamente monopolizó la discusión en la Ciudad, un distrito que suele proyectar su estado de ánimo a todo el país, aunque no siempre sea así.

Dicha interna tuvo un quiebre importante cuando Mauricio Macri, que soñaba con tener a Michetti como su candidata a vicepresidente y dejarle la Ciudad a Rodríguez Larreta, abandonó la prescindencia y decidió jugar abiertamente a favor de su actual jefe de Gabinete, en una decisión que le agregó "picante" a la elección pero que lo hizo poner en juego más cosas que al comienzo de la campaña. No son pocos los que analizan que un triunfo de la díscola Michetti, que deslizó algunas críticas a la estructura del PRO que apoya mayoritariamente a Larreta, sería una derrota de Macri.

Rodríguez Larreta, un economista de 49 años graduado en Harvard, ha sido uno de los alfiles de la "gestión PRO". Jefe de Gabinete hace ocho años, Macri lo señaló como su sucesor natural, aquel que continuaría casi sin cambios el modelo de administrar al Estado municipal, con el foco en las políticas de transporte y la seguridad, y el endeudamiento externo como forma de financiamiento. Su compañero de fórmula será el senador Diego Santilli.

Michetti, licenciada en Relaciones Internacionales, también de 49 años, con vasta experiencia en cargos legislativos pero casi nula en el ámbito ejecutivo (fue dos años vicejefa de Gobierno hasta que fue a la Cámara de Diputados de la Nación) ha buscado más empatizar con el electorado desde lo emocional, con el foco en intentar "humanizar" la gestión y deslizando críticas a algunas alianzas del PRO, más propias de la real politik que la "nueva política", supuestamente pulcra y casta. Quien la secundará será el actual ministro de Cultura de la Ciudad, el radical Hernán Lombardi.

Por detrás, el Frente para la Victoria intentará recuperar terreno perdido en las legislativas de 2013, cuando el otrora opositor UNEN llegó a ser la segunda fuerza más votada, muy cercana al partido amarillo. El kirchnerismo porteño tampoco presentará a su viejo candidato, Daniel Filmus, y en este caso tendrá una interna anabolizada con siete aspirantes. El actual presidente de Aerolíneas Argentinas, el abogado laboralista Mariano Recalde, es quien correría con una ventaja sobre el resto. Otro con un alto nivel de conocimiento es el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, y también se encuentra la legisladora Gabriela Cerruti, vieja aliada desde Nuevo Encuentro. Carlos Heller, Gustavo López, Carlos Oviedo y Víctor Ramos completan la lista de precandidatos.

Por su parte, el FPV definirá su lista de legisladores entre tres listas de precandidatos: una, encabezada por Carlos Tomada, otra que lleva a Edgardo Form y la tercera, que impulsa la candidatura de la ex titular del INADI María José Lubertino.

A diferencia de la PASO nacional, en la Ciudad sólo se presentan los candidatos a jefe de Gobierno y quien resulte triunfador de cada interna podrá elegir luego a su vicejefe, dentro del mismo frente de alianzas. Mientras el PRO ya anunció quiénes ocuparían ese cargo, en el FPV esto no ha ocurrido por lo que hacer una buena elección a pesar de la derrota podría significar, para alguno de los seis perdedores, la puerta para acceder a secundar a quien resulte triunfador. Previendo una derrota, ya hace semanas Cerruti avisó que quiere ser la vice de Recalde.

En la Ciudad, el fugaz frente UNEN se dividió en ECO, donde confluyeron la UCR, CC, el socialismo y "Confianza Pública", de Graciela Ocaña, y SurGen, con el GEN, Proyecto Sur y Libres del Sur. ECO presentará una interna donde Martín Lousteau, el candidato de Elisa Carrió, es el favorito, y en el que la ex ministra de Salud Graciela Ocaña y Andrés Borthagaray también sumarán sus votos al frente. SurGen, por su parte, tendrá a Sergio Abrevaya, apoyado por la precandidata a presidencial Margarita Stolbizer, y al líder de Libres del Sur, Humberto Tumini.

Lousteau disputaría con Recalde ser el tercer candidato más votado, detrás de los dos del PRO, mientras que ECO y el FPV buscarán mantenerse como segunda fuerza. Ya Elisa Carrió dejó en claro que su prioridad pasa por que el kirchnerismo no ocupe un lugar expectante.

Luego, existe un pelotón de fuerzas y candidatos con un objetivo más humilde: superar el umbral del 1,5% de los votos válidos para presentarse en julio. Allí se encuentran el Frente de Izquierda; el MST, con sus cuatro candidatos; Partido Humanista; ALBA, que lleva a Pablo Ferreyra, quien también se reconoce kirchnerista; Camino Popular, con Claudio Lozano; Autodeterminación y Libertad, de Luis Zamora; Es Posible, con el actor Ivo Cutzarida; Bandera Vecinal; Bien Común, que lleva al franciscano Gustavo Vera en alianza con el moyanismo y Movimiento Federal. El massismo se presenta en la Ciudad con el nombre de Frente por Buenos Aires y tiene como candidato casi testimonial a Guillermo Nielsen.