El poema por Santiago Maldonado en el subte que conmovió a los pasajeros

05 de septiembre, 2017 | 14.34

Una decena de pasajeros en el subterráneo B leyó un poema dedicado a Santiago Maldonado. La obra conmovió a los pasajeros y el video de la lectura se viralizó en las redes sociales.

"Tomo el mapa para buscarte, brujo/ en qué camino andarás cortando manzanas para mi/ que le tengo miedo a la noche cuando cae sin luces/ permitidas", dice el poema escrito por Eliana Cossy, amiga de Santiago Maldonado.

"Dijeron de vos tanto de todo/ No hablaron de tu ternura. Yo quiero tu voz para que no sea verdad, para poder seguir creyendo/ porque sino volvés,/ sino volvés perdí y tenías razón,/si no volvés y yo vuelvo,/ ya no voy a poder creer en nada", sostiene.

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El poema completo de Eliana Cossy

Un poema para que aparezcas

¿Dónde está el Brujo?

¿Se quedo durmiendo entre los pinos que bordean el cerro?

¿Juntando hongos en la lomada que está detrás de la casa de Amelia?

No teníamos ventana en ese lugar

había fogón,

y estábamos un poco de prestado

/para mi.

Para él todo era nuestro

o de nadie.

Yo camino como si pidiera permiso,

el camina como si el dueño nos debiera algo.

Yo no creo en la magia, ni en los astros.

Casi que no creemos en nada

pero a destiempo del otro.

Casi que somos planos anómalos para los entendimientos cotidianos,

casi que dije te quiero sin querer

/porque conozco las diferencias,

y te veo entrar,

y me acurruco en tu brazo con un mapa,

si funcionó de excusa una vez, seguro funciona otra,

y otra.

Tomo el mapa para buscarte, brujo,

en qué camino andarás cortando manzanas para mi,

que le tengo miedo a la noche cuando cae sin luces permitidas,

y me apuro por miedo al tiempo que se pierde, y vos te parás para girar a la luna.

Ahora cierro los ojos y te veo bajando a oscuras el cerro,

mirando con tranquilidad mi impaciencia, contemplando con ternura mi temor a la oscuridad.

Dijeron de vos tanto de todo,

No hablaron de tu ternura.

Yo quiero tu voz para que no sea verdad, para poder seguir creyendo,

porque sino volvés,

sino volvés perdí y tenías razón,

si no volvés y yo vuelvo,

ya no voy a poder creer en nada.

La academia y mis dioses, las ciencias y sus aparadores, los congresos con sus certificados,

Las proclamas y los santos

van a humedecerse,

se van a despintar las paredes,

las caras van a ser iguales/repetidas/mentirosas/de crepe y engrudo.

Si no volvés voy a tener que creer

en las pintadas anónimas, en la poesía.

Porque si la poesía no sirve para gritar que aparezcas,

a esa poesía la rompemos a patadas

y hacemos una nueva que te encuentre,

y construya puentes para tu abrazo tibio.

Si no volvés,

Y no fanfarroneas tus ojos,

y tus consejos sobre las plantas al costado del camino,

voy a tener que creer en hadas y brujos de cuentos libertarios.