Hugo Moyano embistió contra la nueva alza del salario mínimo, vital y móvil, negociado por la CGT de Antonio Caló. Sin embargo, los aumentos obtenidos por el metalúrgico mejoran el poder adquisitivo de los trabajadores respecto a la gestión anterior.
En la actualidad, el sueldo más bajo que le pueden pagar los empresarios a un empleado en blanco es de $ 4.716. El monto ascenderá a $ 5.588 el mes próximo y a $ 6.060 en 2016, según acordó el Consejo del Salario en la semana que pasó. Pese a las críticas del camionero, ahora es superior la proporción del ingreso mínimo respecto de la canasta básica familiar.
Moyano asumió el volante de la CGT en julio de 2003. En septiembre de 2004 consiguió que el piso salarial llegue a los $ 450, cuando la canasta era de $ 1.886, según el Indec previo a la intervención. En 2011 el sueldo mínimo trepó a $ 1.840, cuando la confederación se fracturó, y para agosto de este año aumentará a $ 5.588.
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A la par, si se multiplican los $ 1.886 de la canasta básica de 2004 por un indicador de inflación de una consultora independiente, se observa que ascendió a $ 5.364 en 2011 y a $ 16.006 en la actualidad. El indicador de este estudio económico relevó una variación de precios del 37% en 2014.
Esto indica que en su período como secretario general de la CGT, el ingreso mínimo representó en promedio el 33,2% del ingreso necesario para salir de la pobreza. En cambio, con el trazo de Caló la proporción aumentó al 34,4%, por lo que los trabajadores que ganan ese piso pueden comprar un porcentaje levemente superior a lo que podían hasta 2011.
El Consejo del Salario reúne a sindicalistas, empresarios y el Gobierno para establecer el piso que pueden cobrar los empleados registrados, que representan más del 66% de la fuerza de trabajo. También sirve como un parámetro para los ingresos de los informales.
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