21 de abril, 2020 | 16.12

El pluriempleo, un riesgo para el personal médico ante el coronavirus

El macrismo erosionó los ingresos de los profesionales que son empujados a tener varios empleos y multiplicar su riesgo.

Los trabajadores de la salud son la primera línea de contención ante la crisis sanitaria generada por el coronavirus. En nuestro país, el 14% de los profesionales sanitarios están infectados con el virus, una tasa muy alta en comparación con la media informada por la Organización Mundial de la Salud y también en relación a la cantidad de internados por Covid-19 que tiene la Argentina. La falta de insumos, en algunos casos, y la demora propia de la capacitación para su uso son algunos de los factores que impulsan esta problemática. Pero hay uno más estructural: los bajos salarios obligan a que tengan que tener varios empleos, trasladarse de un lugar a otro y triplicar o cuadruplicar el riesgo diario al hacerlo. Así, el contagio es más probable entre médico y médico que entre éste y un paciente.

Desde Cicop detallaron a El Destape que un ingresante del sistema de salud de la provincia de Buenos Aires gana $37.000. Y lo hace en un contexto de extrema delicadeza al atravesar una pandemia. El problema no es de esta gestión, sino que se arrastra de cuatro años de macrismo con aumentos paritarios siempre por debajo de la inflación que, sumado al aumento de tarifas, erosionaron el poder adquisitivo de los profesionales y los obligó a tener más de un empleo. Hoy, el ofrecimiento de aumento de parte de la gestión de Axel Kicillof fue catalogado como muy bueno por el gremio, se trata de un 20,33% a rediscutir en base a la evolución del índice de aumento de precios.

Pero esta delicada situación económica, un problema que es estructural, llevó a que muchos profesionales migren, se vayan a trabajar a la Ciudad de Buenos Aires o al sector privado, debilitando la capacidad bonaerense para la atención. Este traslado de un trabajo a otro conlleva muchos riesgos: no sólo porque algunos deberán viajar en transporte público, sino porque pueden convertirse en vehículo del virus y hacerlo circular.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Al ingresar a cada trabajo, explicaron a El Destape, deben cambiarse la ropa de calle y ponerse la del trabajo. Quitarse la del trabajo y ponerse la de calle para salir. Ese es el momento de mayor peligro de contagio porque las prendas que vienen del exterior son las que corren el riesgo de estar contaminadas. Al tener varios empleos, el momento crítico se multiplica por tres. Si el sueldo de un solo empleo alcanzara para poder vivir, eso se reduciría.

El problema es realmente grave porque si un médico se enferma, no sólo queda aislado en cuarentena sino que se inhabilita toda la sección de trabajo para evitar un foco infeccioso, así como los profesionales que pudieron estar en contacto con la persona. Por eso, desde el gremio propusieron – y es algo que está en proceso – la necesidad de testear a todos los profesionales de la salud para tener datos más precisos de los contagios y modalidades. Del 14% de infectados (374 según las cifras dadas por el Ministerio de Salud el viernes) explicó Marta Márquez, presidenta de Cicop a El Destape, la mayor parte se contagió por la circulación del virus y no por haber realizado viajes o estar en contacto directo con un positivo.

“La precariedad forma parte de los contagios, teniendo en cuenta que no hay tantos pacientes internados. La organización, circulación, capacitación al interior del hospital son importantes pero el pluriempleo es una realidad” que afecta a “enfermeros pero también a médicos que trabajan en dos tres o cuatro lugares diferentes”, sostuvo Márquez y añadió que “esa circulación fomenta los contagios del personal de salud en un momento en que no tenemos tantos pacientes y una curva bastante aplanada”. Sobre todo, si se tiene en cuenta que la media mundial, según la OMS, es del 10%.

Otro de los problemas a tener en cuenta es el de los insumos. Los equipos de protección personal no habían llegado en cantidad, calidad y variedad suficientes pero son problemáticas que se fueron solucionando ya que los gremios encontraron un canal de diálogo receptivo con las autoridades. Si bien en algunos lugares faltan elementos, comenzaron a llegar. “No hay una gran cantidad de pacientes todavía y hay que aprovechar para tener a los hospitales para tenerlos equipados con todo lo que necesitan”, explicó la titular del Cicop. En ese contexto, entra como protagónico el cargamento que llegó de China, que aún no fue distribuido pero lo será.

Sin embargo, todo lleva tiempo. La llegada de un insumo no es automática sino que es necesario capacitar al personal para aprender a ponérselos, en qué momento y cómo sacárselos. Así como nosotros tuvimos que entender cómo usar barbijos sin tocarlos con las manos, por ejemplo.

Gabriel Patria, delegado de ATE en el Hospital Tornú, en la CABA, hizo una salvedad en este punto. Ante la falta de insumos, que es certera, advirtió que en muchos casos se hace un uso inadecuado de ellos al distribuirlos a personal que no los necesita al no estar en contacto directo con pacientes Covid-19. Desde el hospital Penna, por ejemplo, alertaron que están peleando los insumos día a día, pero no ha habido faltas, aunque siempre están sufriendo la llegada porque generalmente envían material para tres días.

Sin embargo, hay bastante diálogo entre los gremios y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El hospital Garrahan tiene 3000 trabajadores y es un emblema de cuidado para los niños. Allí hay muchos con patologías complejas que también deben ser cuidados y, hasta el momento, los problemas planteados por los profesionales fueron atendidos.

“Ante el reclamo de la situación crítica en la dotación de enfermería, logramos que se empiecen a incorporar 120 enfermeros en dos tandas de 60. De acuerdo al déficit previo nosotros calculamos que serian necesarios 390 en total. Logramos que llegue la capacitación en forma más fluida y que se nos entrene para poder afrontar la atención de pacientes con Covid-19”, informaron en un comunicado.

Diálogos similares ocurren en la provincia de Buenos Aires. Ayer se llevó adelante la primera reunión del Comité de Crisis Central con la presencia del Ministro de Salud, Daniel Gollán, el viceministro, Nicolás Kreplak, el Director Provincial de Hospitales, Juan Riera, y otros funcionarios ministeriales con la participación de los gremios que representan a los trabajadores del sector. El objetivo es replicar estas instancias a nivel municipal, ya que cada distrito tiene su realidad y cada edificio su propia infraestructura.

Los protocolos son complejos y no sólo tienen que ver con el uso de materiales de cuidado sino con determinar por qué lugares tienen que entrar los médicos, por cuáles los pacientes, qué recorridos hacer para no infectar determinadas zonas y el descarte de los materiales ya usados y que no puedan volver a emplearse. Patria planteó, por ejemplo, la necesidad de colocar consultorios externos a las guardias para atender a pacientes febriles, como ocurrió con la gripe A, para limitar el riesgo de contagios. Además, sostuvo que es imprescindible achicar turnos y realizar rotaciones para evitar exponer demasiado a los profesionales.

Sin embargo, los consultados coincidieron en la necesidad de implementar más controles en los centros privados de salud que muchas veces no proveen de todos los materiales necesarios para el cuidado, lugares donde también trabajan los profesionales que luego se trasladan a los hospitales públicos.

En el ámbito de la Provincia, Cicop también planteó ampliar las licencias para el personal de riesgo, sistematizar la toma de temperatura al ingreso al trabajo y organizar a los profesionales para evitar aglomeración de agentes fomentando tareas a distancia, además de la necesidad de contar con los equipos de protección.

No sólo se trata de un problema de insumos sino de atender una situación estructural. La ayuda anunciada de médicos cubanos, analizaron a este medio, es muy valiosa y el esfuerzo suma en un contexto de crisis pero es coyuntural. Es necesario reforzar un sistema sanitario público que garantice una atención igualitaria para todos los ciudadanos y eso será posible con salarios acordes junto a pases a planta permanente.