Uno nuevo escándalo se despertó en el INCAA de la gestión macrista. En este caso, se trata de un pato inflable que se le colocó a uno de los icónicos lobos marinos de la ciudad de Mar del Plata, que le constó al Estado 300 mil pesos para el 32º Festival Internacional de Cine que tuvo la Ciudad.
“En vez de ponerle un cascabel al gato, ponerle un pato inflable al lobo. Trabajar con la obviedad, el chiste fácil. Ciudad feliz, Pato feliz, Lobo feliz”, puntualizó el artista Marcos López cuando presentó la obra.
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El organismo estatal remuneró con una suma de 300 mil pesos al artista bajo el ítem “intervención artística al lobo marino”. Según el INCAA, "el precio es bueno, de mercado e incluso, barato” y aseguraron que “el artista que lo diseño es prestigioso”.
“La intervención busca darle visibilidad al festival resignificando este ícono de la cultura de nuestro país renovándolo durante los días que dura el festival e incluida una estructura para que los visitantes puedan tomar fotos”, asegura el documento oficial.
“Comunicamos que el municipio no participó ni fue ideólogo de la intervención realizada por el Festival de Cine sobre uno de los Lobos de la Rambla que es jurisdicción provincial”, comunicó la intendencia, en su cuenta de Twitter.