El papa Francisco da un nuevo giro en la postura eclesiástica sobre uno de los temas sensibles a su doctrina: el aborto. En una carta enviada al presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la nueva evangelización, Monseñor Rino Fisischella, Jorge Bergoglio le concede a los obispos la facultad de perdonar a aquellas mujeres que interrumpieron su embarazo.
La posición, en cambio, no implica dejar de considerar el aborto como pecado, una de las faltas más graves consideradas por la Iglesia católica y férrea opositora en todo el mundo a su despenalización. La Iglesia prevé la excomunión de aquellas mujeres que se hayan practicado un aborto.
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El anuncio de Francisco va en sintonía con lo expresado anteriormente en relación a la homosexualidad ya que, si bien no implicaba aceptar el matrimonio igualitario, sí hacía referencia a acoger y no juzgarlos.
Francisco escribió en la misiva que "el perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido" y por ello decidió "conceder a todos los sacerdotes para el Año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón".
Jorge Bergoglio le pide a los curas que se preparen "para esta gran tarea", "sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera".
El cambio-leve- de posición será temporario, válido para el comienzo del Año Jubilar, entre el 8 de diciembre de este año y el 26 de noviembre del 2016. Será el vigésimo noveno en 700 años. Uno de los voceros del Vaticano, Ciro Benedettini, aclaró a la agencia Reuters que la orden papal es aplicable "por ahora" únicamente a esta celebración.