Como anticipó El Destape, el PAMI extremó los cuidados en residencias de adultos mayores (geriátricos) para controlar la propagación del coronavirus en el grupo etario más vulnerable. A la prohibición de visitas se sumaron aislamientos preventivos, el establecimiento de "zonas limpias" y "zonas sucias", así como la obligatoriedad del uso de alcohol en gel y desinfección con lavandina, entre otros puntos.
El nuevo protocolo está compuesto de 18 páginas en las que se especifican los síntomas de la enfermedad y modalidades de acción ante posibles casos de Covid-19. En el documento se ampliaron las medidas de cuidado en estas instituciones, una larga lista de recaudos que se deberán implementar a partir de ahora, complementadas con cartelería en lugares comunes para brindar información y consejos sobre el Covid-19.
Como ya se sabía, desde el comienzo de la cuarentena está prohibido el ingreso y egreso de toda persona que no trabaje en la residencia. En caso de que un paciente deba salir, ya sea para ir al médico o hacer trámites, a su regreso deberá realizar un aislamiento de 14 días en una habitación individual. La persona deberá realizar todas las comidas en ese espacio, sin salir para no poner en riesgo al resto de los convivientes.
Dependiendo de los recursos de la institución, el organismo recomendó que todo nuevo ingreso debe ser aislado de forma individual y durante 14 días en un sector diferencial. De no poder disponer con ese espacio ante la entrada simultánea con otras personas, podrá realizarse en grupos de entre 2 o 3 personas y no podrán aceptar a quienes presenten síntomas.
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Habrá dos tipos de zonas. Las limpias de enfermería, cocina, baño de personal, habitación de mucama, habitación de limpieza, administración sin acceso a las personas residentes y, por otro lado, las sucias, que son son las habitaciones y áreas comunes. Teniendo en cuenta eso, lo recomendable es repartir las cuatro comidas y medicación en las habitaciones y, de no poder hacerse, armar grupos reducidos de personas en el comedor para respetar una distancia social de al menos dos metros.
Como en tres países diferentes el virus ingresó a las residencias mediante personas asintomáticas, se manifestó la necesidad de reducir al mínimo el contacto entre el personal y los residentes por lo que las reuniones con los afiliados deben ser en grupos acotados y distanciados.
Además, el PAMI dispuso que se deben generar circuitos diferenciales de ingresos y circulación del personal y de las personas afiliadas. En lo posible, hay que establecer un camino de ingreso accesorio para los profesionales de salud y diferentes servicios.
Dentro de las medidas, se dispondrán dispenser con solución hidroalcohólica en lugares comunes y la implementación de un dispositivo de control en la puerta de entrada constituido por personal que realice un breve interrogatorio sobre síntomas respiratorios, contacto con alguna persona que haya dado positivo de Covid-19, que haya viajado o resida en lugares de circulación comunitaria, asociado todo a la medición de la temperatura corporal.
En las puertas, al tomar la temperatura, el personal deberá entregar el termómetro desinfectado a la persona a controlar, quien deberá colocarlo debajo de la axila. En caso de que no pueda hacerlo, lo realizarán los empleados que, sin excepción, aplicarán alcohol en gel a cualquiera que ingrese al edificio.
Como en los hogares, pero de forma más extrema, los elementos que ingresen a la residencia, como compras de supermercado, regalos, ropa o vianda, deben ser desinfectados con lavandina diluida o loción hidroalcohólica.
Los empleados deberán contar con un lugar acondicionado para hacer el cambio de ropa de calle por la del trabajo y al terminar su jornada deberán colocar las prendas en una bolsa cerrada para su limpieza diaria. Además, tendrán que usar el pelo recogido, las uñas cortas y sin esmaltes, no podrán tener anillos, pulseras o aros dado que no se garantiza su correcta higiene.
Para complementar, los trabajadores deberán tener un grupo determinado de residentes a los que les harán un seguimiento diario del estado de salud y se buscará evitar la rotación de personal para la atención directa con el objetivo de reducir el riesgo de transmisión cruzada.
Uno de los problemas a atender ante esta situación, explicó Mónica Roque, secretaria general de Derechos Humanos, Gerontologia comunitaria, Género y Políticas de Cuidado del PAMI, a El Destape, es el psicológico. "Es aislamiento físico, no emocional", resumió. Por eso, dentro de los cuidados extremos también se abordó esta situación.
Para disminuir los efectos adversos psico-sociales del aislamiento obligatorio y ante la prohibición de visitas de familiares, el PAMI recomendó reforzar los espacios de entretenimiento y medios de distracción individual como televisión, películas, radio, libros, revistas, que no generen sentimientos de angustia. Estos últimos, obviamente, deberán ser limpiados y desinfectados tras su uso, el cual se realizará manteniendo la distancia correspondiente.
Cuidar estos espacios es clave. En Kirkland (Washington, Estados Unidos), la residencia de la cadena Life Care, que tiene más de 200 casas para adultos mayores, se convirtió en el foco inicial del coronavirus. El 26 de febrero se produjeron las primeras víctimas de lo que parecía una enfermedad respiratoria conocida, pero en poco tiempo, 81 residentes sobre 120 se contagiaron y 35 murieron al 18 de marzo. Además se contagiaron 48 empleados, muchos de los cuales trabajan en otros centros para adultos mayores, repartiendo el virus por el país, informó la agencia de noticias Sputnik.