El ministro de Economía, Martín Guzmán, canjeará este viernes deuda por $ 130.000 millones, reperfilada por la gestión anterior. También busca atraer a tenedores del AF20, el bono emitido por Luis Caputo y cuyo residual ingresará a la gran reestructuración de moneda extranjera.
A la par que renegocia la reestructuración de la deuda externa, el Gobierno intenta normalizar el pasivo en pesos que heredó de Cambiemos. Por eso, el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, se anticipa a los vencimientos de cuatro grandes letras del Tesoro del 30 y 31 de marzo y del 8 de abril, que suman cerca de $ 130.000 millones, y que surgieron todos del reperfilamiento realizado en agosto por el entonces ministro de Hacienda, Hernán Lacunza.
El total representa casi el 150% del Bogato, el bono que el Ejecutivo pagó esta semana y para el que realiza seis licitaciones en las que recauda los fondos. Si bien juntaron los pesos necesarios, fuentes oficiales admitieron que sin el contexto del coronavirus y el desplome del precio del petróleo, hubieran recibido más ofertas en estos últimos días.
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La subsecretaría de Finanzas, a cargo de Ramiro Tosi, dispuso para la licitación que se realizará el viernes, un combo similar que el planteado para el Bogato. Los tenedores de estos instrumentos reperfilados podrán convertirlos en un 25% en letras en pesos a descuento a 90 días y en un 75% en letras ajustables por CER a ocho meses. Además, quienes posean el bono dual AF20 tendrán la posibilidad de canjearlo por uno actualizable por CER a dos años, con cupón de 1,2% anual. En esta ocasión, todo lo que se oferte será aceptado, sin prorrateos.
En caso de que queden remanentes, el Palacio de Hacienda analizará nuevas operaciones. Sin embargo, funcionarios aclararon que las emisiones futuras no serán mejores que las anteriores para evitar que los especuladores aventajen a quienes aceptaron los primeros canjes.
Los economistas que trabajan con Guzmán procuran finalizar la normalización de la deuda local lo antes posible, luego de tratar con un complejo escenario inicial. "Nos tocó recibir campo minado", graficó una fuente de la Secretaría de Finanzas.
El bono AF20, que venció en febrero pasado, fue el único reperfilado por Guzmán. Las letras emitidas por esta administración se pagarán en tiempo y forma porque, confiaron fuentes oficiales, el Gobierno considera que esos inversores ya realizaron una contribución sustancial a la estabilización de la deuda argentina.
Tanto el canje del AF20 como del Bogato tuvieron una participación de actores extranjeros menor a la deseada. Esto se debió a problemas operacionales que para esta ocasión se consiguieron subsanar, garantizaron desde el Palacio de Hacienda.
En total, entre marzo y abril vencen $ 1 billón, entre instrumentos a manos de privados, organismos estatales y multilaterales. En lo que va de la gestión de Guzmán, llevan abonados $ 488.000 millones entre pesos y dólares.
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