El plan económico del presidente, Mauricio Macri, empieza a desmoronarse de forma definitiva y en el peor momento. A meses de las elecciones, una nueva corrida cambiaria amenaza con una mayor disparada de la inflación y el riesgo país refleja las dudas sobre cómo se va a pagar la inusitada deuda contraída por Cambiemos.
Tras varios días de extrema volatilidad, el cierre semanal del mercado cambiario marcó un incremento que llevó al tipo de cambio de los $ 43,37 hasta los $ 46,90, una cifra que significó el récord histórico durante la gestión macrista. Durante la escalada, el Banco Central (BCRA) se limitó a subir la tasa de interés como único instrumento para evitar la corrida, pero no funcionó.
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El lunes, la ya habitual doble licitación de Letras de Liquidez (Leliq) marcó una tasa del 67,77%. Cuatro días después, la autoridad monetaria convalidó un promedio del 72,64%.
La conclusión de esta operatoria es que los inversores, más allá del exorbitante interés que proponga Macri, ya no ven en el peso una opción fiable a mediano plazo y el traslado de los fondos hacia el billete verde fue notorio.
Es por eso que los portales periodísticos y organismos financieros internacionales han advertido por la debilidad económica del plan que impuso Cambiemos. En las últimos días, los diarios Financial Times (Inglaterra) y El País (España) afirmaron en sus portadas que Argentina se encuentra "al borde del abismo".
De hecho, los credit default swaps a 5 años de Argentina (CDS) - coberturas que reintegran parte de las pérdidas en caso de un evento de crédito, como un impago, una reestructuración u otros problemas con las emisiones de deuda argentina- cayeron en el último mes hasta los 914, máximo en tres años.
PAÍS EN RIESGO
Acerca de esto último, el director de la consultora Economía Política y Comunicación Argentina, Martín Kalos, afirmó a El Destape: "aunque economistas cercanos al Gobierno lo hayan negado durante mucho tiempo, hay una debilidad estructural en Argentina que se acrecienta con las políticas de Cambiemos, y que la vuelve vulnerable. Esto se ve en la crisis que ya lleva un año y no se acaba".
Es que las dudas del mercado sobre el esquema monetario y financiero hicieron que el riesgo país de disparara por encima de los 1.000 puntos básicos. El rebote encendió las alarmas en Casa Rosada por el descontrol de las variables económicas. Mientras tanto, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, negociaba con las autoridades del FMI la posibilidad de descongelar las reservas e intervenir en el valor del dólar.
"Financieramente, el esquema cambiario que propuso el Gobierno fue retocado varias veces y las últimas modificaciones generan dudas. Fijan metas que no le salen, fallan y cambian detalles de la política económica, que dañan la credibilidad", sostuvo Kalos.
Desde Cambiemos, adujeron que la incertidumbre electoral por una eventual vuelta al poder de la senadora de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, produjo el descalabro de una semana negra.
Respecto al discurso oficial, el diputado nacional Daniel Arroyo señaló a este medio que "la economía se ha desmadrado y no es por el libro de Cristina. Es evidente que el Gobierno tiene que intervenir en el mercado mas allá del techo de los $ 51". Además, anticipó que la devaluación "va a desdibujar las variables de la macroeconomía, y por supuesto está el peligro de que se refleje en la inflación".
Sobre los peligros del nivel de endeudamiento y los intereses a afrontar en los próximos años, lo cual hace subir el riesgo país, Arroyo sostuvo que "no que hay que declarar un default y hay que renegociar la deuda porque claramente el país no puede afrontar los vencimientos de los próximos cuatro años".
"Yo creo que una oposición unida que gane en octubre va a poder sentarse con el FMI de manera responsable para discutir el acuerdo", concluyó el legislador.
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