Ahora, y tras el acuerdo de Gualeguaychú, varios radicales "díscolos" que se oponían a encolumnarse a una segura candidatura del jefe de Gobierno porteño, ante la pobre intención de voto de Ernesto Sanz y Elisa Carrió, comenzaron a bajar el nivel de beligerancia y abrieron la puerta a los acuerdos con el partido amarillo.
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Ayer se confirmó que el jujeño Gerardo Morales, uno de los coroneles de la la resistencia massista en la UCR, acercó posiciones con Macri para un apoyo mutuo de cara a las elecciones 2015. En declaraciones a la agencia Télam, el senador y precandidato a gobernador aseguró: "Estamos consolidando un frente con todas las fuerzas para derrotar al feudalismo, la violencia y el clientelismo de (el actual gobernador de Jujuy, Eduardo) Fellner y (Milagro) Sala", frente que incluirá a PRO.
El acuerdo, según reporta la agencia estatal, implica un apoyo de Morales a la candidatura de Macri a cambio de que el líder del PRO baje a su candidato en Jujuy, José Balut. Julio Cobos agregó esta mañana que sería una réplica del acuerdo en Mendoza, que tan buenos resultados le dio, al menos en la PASO (se verá luego qué viable puede ser en una eventual gobernación): un gran frente electoral a nivel provincial que incluya al PRO, Frente Renovador, Libres del Sur y Socialismo.
Sin embargo, Morales insistirá en su idea de "colgar" su boleta de gobernador a cuanto candidato a presidente pueda, incluido al Killer tigrense. Es que en el frente que lo acompañará en la PASO del 9 de agosto hay cinco precandidatos a presidente: Ernesto Sanz, Mauricio Macri, Sergio Massa, Elisa Carrió y Margarita Stolbizer. La idea del senador sería llegar a octubre con la boleta de Macri, Massa y Stolbizer. Se trataría de una situación que deberá analizar la Justicia electoral, ya que juega al límite (si no lo cruza) con la ley de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias que rige en la actualidad.
De esta forma, se replica en Jujuy una jugada que Macri ya empleó en Córdoba: presentar un candidato "puro", Ércole Felippa, como forma de apurar un acuerdo con el radicalismo y luego bajar a su delfín. En la provincia mediterránea, cerró un frente con el Frente Cívico, de Luis Juez, y la UCR y acordó una fórmula conjunta con el radical Oscar Aguad, secundado por el macrista Héctor Baldassi.
En declaraciones a FM Blue esta mañana, el ex vicepresidente Julio Cobos remarcó que respetará el acuerdo de Entre Ríos y, si Macri gana la interna, lo apoyará en octubre, algo para lo cual "no se había imaginado". Y reiteró la voluntad de que la UCR forme parte de un gobierno de coalición, algo que desde el PRO se niega desde antes de acordar con los radicales.
"Nosotros vamos a formar parte de un Gobierno. La UCR tendrá la libertad de apoyar las cosas que dijimos que íbamos a apoyar y mostrar disidencias", subrayó Cobos, otro de los que se negaba a sellar un acuerdo solo con el PRO y propuso una gran interna, ante la imposibilidad de reflotar el Frente Amplio-UNEN.
En esa sintonía ya se mostró José Cano, candidato boina blanca en Tucumán, que pasó de cerrar un acuerdo con Massa a avisar que respetará el acuerdo nacional, como ya habían deslizado allegados a El Destape. Otro radical que pasará a jugar con el macrismo.
En la provincia de Buenos Aires, el armado amarillo busca seducir a legisladores e intendentes que militan aun hoy en las filas del Frente Renovador, y se muestran reacios a incorporar al jefe de ese espacio político, como una forma, por un lado, de reforzar la estructura bonaerense y poder mostrarse como "el cambio" sin primeras figuras que hayan estado en el kirchnerismo en años recientes.
En Santa Fe, donde una parte del peronismo local ya había trabajado para la elección de Del Sel en 2011, Macri cerró el acuerdo hace varios meses con Carlos Reutemann, ex aliado de Massa en la Cámara Alta. El garrochazo tan esperado desde el FPV al massismo que se pronosticaba en 2013 terminó siendo a la inversa, como los casos de Sandro Guzmán y Baldomero "Cacho" Álvarez al sciolismo, y los de muchos radicales al PRO.
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