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Es el que incluye una modificación en el artículo 16 de la ley y permite en determinadas circunstancias la destrucción de los archivos secretos "cuando ya no sirvan a los fines de la presente ley".
En declaraciones a La Once Diez, el macrista Pablo Tonelli calificó este punto como "una monstruosidad" ya que "esta ley habilita a que el Poder Ejecutivo ordene la destrucción de documentación de la Secretaría de Inteligencia".
También aseveró que el proyecto "está hecho de apuro y bajo urgencia", en referencia al contexto de conmoción política vivido tras la muerte de Nisman.
"Es más, ni siquiera hará falta que intervenga el Ejecutivo. Los propios miembros de los servicios de Inteligencia podrían entender que determinada información ya no sirve a los fines de la ley y la podrían mandar a destruir", agregó Tonelli para justificar su rechazo a la iniciativa.