Tras conocerse este martes la intervención por parte del estado nacional al Hospital Posadas, ubicado en la localidad de Morón, Provincia de Buenos Aires, el nuevo interventor Alberto Maceira habló sobre la actual situación de la institución médica y asegura que se está trabajando para la reincorporación de muchos de los empleados despedidos durante el gobierno de Mauricio Macri.
Maceira contó sobre la situación del nosocomio tras realizar una breve recorrida y hablar con delegados sindicales y trabajadores y consideró que la situación es negativa: “Estamos realizando un análisis, me llevo una fea sensación. Se nota que en estos últimos años hubo un destrato al recurso humano y a los pacientes”. Y agregó: “Con el esfuerzo de todos vamos a tratar de poner al hospital de nunca debió haber salido”.
Con respecto al personal del hospital dijo: “Hay un listado de aproximadamente 200 personas despedidas. Vamos a evaluar caso por caso junto con los gremios para ver las posibilidades de reincorporación o de reasignación de los lugares que correspondan”.
Además, Maceira habló sobre la intervención y aclaró que se trata de un mero formalismo que fue necesario para no dejar acéfalo el Hospital: “Intervención es una palabra espantosa que no le gusta a nadie. Lo que pasó es que la gestión anterior presentó la renuncia y el Hospital se había quedado sin firma y los tiempos de nombramiento demoran entre 10 y 15 días, y no podíamos dejar al Hospital sin firma por ese tiempo. Entonces, desde el Ministerio de Salud se decidió hacer una intervención con fecha determinada a normalizarse ni bien salieran los decretos de designación de los directores. Fue una cuestión de funcionalidad, nada más”.
Además, describió que ya realizaron algunas medidas referidas a la infraestructura: “También vamos a hacer una auditoría de todos los nombramientos que se produjeron; lo primero que hicimos fue sacar una reja que impedía el acceso al área directiva e hicimos llegar el ascensor que no llegaba al tercer piso”.