Aún con los refuerzos a los controles de precios, el costo de vida de los trabajadores sindicalizados aumentó 2,6% en marzo. De esta forma, volvió a acelerarse tras haber registrado un alza del 1,8% en febrero.
Así lo indicó hoy el Instituto Estadístico de los Trabajadores, que cuenta con el apoyo de 45 gremios de la CGT y la CTA. Dos grandes rubros dieron cuenta de casi el 70% de la suba registrada: educación (que trepó 40,5%, producto del inicio del año escolar) y alimentos y bebidas (que aumentó 2,9%, traccionado por verduras y carnes).
El resto de los segmentos de la canasta, por el contrario, registró alzas menores al 2%, según el informe. El relevamiento precisó que la mayor presión inflacionaria se sintió en la primera quincena de marzo, ya que los precios se desaceleraron por la caída de la demanda.
A partir de la cuarentena obligatoria iniciada el 20 de marzo, el Gobierno obligó a los comercios a retrotraer precios a los del día 6 de marzo, lo cual contribuyó a que en ciertos rubros (como alimentos y productos de higiene y limpieza) la inflación terminara siendo más moderada.
Con el dato de marzo, la inflación que afecta a los salarios de los trabajadores registrados acumuló un alza del 7,6% en lo que va de año y un 45,7% en los últimos doce meses.