La reforma previsionalque se convirtió en ley tiene un fuerte impacto en la vida de las trabajadoras y las mujeres todas somos trabajadoras.
Las tareas domésticas y de cuidado están mayoritariamente a cargo de las mujeres. Son tareas no remuneradas que hacen que todo el sistema económico y productivo se sostenga.
Si las amas de casa no se ocupan de los niños, las niñas, de las tareas como barrer, limpiar, cuidar a los enfermos o a los y las más viejos o viejas: ¿cómo se sostienen los hogares?
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El 86% de las personas que accedieron a la última moratoria previsional fueron mujeres. Amas de casa, empleadas domésticas, trabajadoras precarizadas que no superaban los 8 a 10 años de aportes. Ahora solo podrían acceder a una pensión que es el 80% de la jubilación mínima que alcanza los $5.700.
Esta nueva reforma previsional dejaría afuera a todas las mujeres que no lleguen a los 30 años de aportes porque tuvieron que quedarse en sus casas cuidando niños u ocupándose de las tareas domésticas y de cuidado o no tuvieron la oportunidad de tener un trabajo formal, a todos los y las trabajadores precarizados que en su mayoría también son mujeres.
Por otra parte, el 20 por ciento de las trabajadoras argentinas hacen tareas dentro del servicio doméstico que es la rama peor paga y precarizada. El 76 por ciento de ellas no puede hacer aportes por las condiciones de informalidad de este área. También solo podrán acceder a la jubilación mínima de $5.700.
La reforma expulsa a las mujeres del sistema previsional y tiene “un impacto de género” tal como señala la economista feminista Mercedes D´alessandro desde Ecofeminita.