El Hombre Araña y su repentina adultez

03 de julio, 2015 | 17.15

Por exigencias del guión los superhéroes no pueden ser felices, y Peter Parker -el Hombre Araña o Spiderman, como gustéis- es la prueba viviente de esto. Perdió a sus dos padres y a su novia de la adolescencia, padeció el bullying antes de que fuera inventado, fue despedido de todos los trabajos posibles, un demonio anuló su matrimonio (sí, así como suena) y para festejar sus cincuenta años como personaje de comic su peor enemigo, el Dr. Octopus, lo mató y ocupó su cuerpo. Pero la resurrección es un hábito arraigado entre la gente del ambiente: después de un par de años de usurpación, el guionista Dan Slott, el responsable de sus agonías, lo trajo de vuelta al mundo.

La noticia es que se viene un nuevo Peter Parker y un nuevo Spiderman. La casa editora Marvel está refaccionando su universo. Es una práctica frecuente: cada siete u ocho años sobreviene una catástrofe cósmica que obliga a empezar toda la historia de nuevo. El nuevo rebooteo va a dar origen al "All-New All-Different Marvel" (todo nuevo, todo diferente) y Peter va a dejar de ser un perdedor para convertirse en un científico multimillonario. "La serie transcurrirá en Nueva York, Shanghai, San Francisco y Londres. Cuando empiece la serie Peter Parker se habrá convertido en el nuevo Tony Stark, un genio conocido por todo el mundo protegido por su guardaespaldas..." adelantan. En Nueva York queda un adolescente afroamericano llamado Miles Morales que va a ponerse el traje de Spiderman y heredar la vieja vida del trepamuros, sus fatigas y sus parecimientos. Peter va a ser su mentor.

Si tuviéramos el poder de reiniciar nuestras vidas lo haríamos con frecuencia, pero nuestra existencia es una y no admite remakes ni precuelas. Siempre tendremos el consuelo de la ficción. "El público quiere cosas nuevas", sostienen. El lector de comics quiere ver a los tipos de siempre haciendo cosas nuevas, respondemos. Este no es necesariamente un comentario político. Algo de esto sucederá en unas semanas cuando uno de nuestros losers preferidos termina convirtiéndose en un nerd multimillonario al estilo de Bill Gates y Steve Jobs. Es de esperar que no nos inunde con discursos inspiradores acerca de la vida y el éxito, tan antipáticos en boca de sujetos como estos. Estamos ante un nuevo tipo de héroe. Lo vemos en ficciones como "Big Bang Theory" y en los biopics de Stephen Hawkins y Alan Turing. La segunda guerra provocó una avalancha de héroes filomilitares con el título de Capitan. Pero ya no hay capitanes ni tenientes: el nerd como empresario exitoso es el nuevo héroe de nuestro tiempo.

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