El masivo encuentro de trabajadores en Luján este sábado dejó algunos interrogantes abiertos, como la duda en torno al apoyo que el Papa Francisco pudo haberle dado a semejante movilización contra las políticas del gobierno de Mauricio Macri.
"No se podría haber hecho la movilización a Luján sin la venia del papa Francisco", dijo el dirigente camionero, Pablo Moyano. Estas declaraciones generaron tal malestar en el Gobierno que el oficialismo se contactó con el Episcopado, según reveló La Nación, para conocer el "detrás de escena" de la misa. La respuesta religiosa fue que una misa "no se le niega a nadie" pero se desligaron de la organización del acto.
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El enojo llegó a la familia de un alto funcionario. Ignacio Peña, hermano del jefe de Gabinete Marcos Peña, no ocultó su malestar y estalló en redes sociales. "No se puede usar la Iglesia para estos fines", dijo en su cuenta de Twitter.
Ante las respuestas de los usuarios, Peña agregó que "no cabe que las autoridades de la Iglesia se pongan a hacer política partidaria. Mucho menos tratar de interferir con la justicia".
El hermano del Jefe de Gabinete no frenó con su descargo y aseguró que el acto "debería ser repudiado por la Iglesia y el Papa debería mandar a sus voceros a desmentir" un posible apoyo suyo a la movilización. Además, se preguntó si "vamos a ser espectadores frente al atropello o artífices de un cambio? El Papa dijo hagan lío" y "esta situación lo amerita".
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