La polémica continúa por el yaguareté Pandi, la mascota de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, organizados por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Luego de que se prohibió la venta de sus peluches, ahora salió a la luz que la empresa que los trajo a Argentina de forma irregular tiene un nombre muy particular.
“Quiero ver guita SRL” es la entidad que importó los muñecos de Pandi. Según afirmó la AFIP a la agencia DPA, al hacerlo “no cumplía con las exigencias de seguridad de juguete ni de los etiquetados establecidos”. Por esto, se estableció que no podrán ser comercializados, sino que se los regalarán a los y las deportistas participantes de la competencia.
El grosero nombre de la empresa llama la atención no sólo por referir al conocido juego de palabras, sino porque está encargada de transportar juguetes para niños y niñas en el marco de los Juegos de la Juventud.
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El propietario de “Quiero ver guita” es Carlos Germán Eguía, un viejo conocido del área comercial de la Ciudad. La empresa fue inscripta ante la AFIP en 2008 para la compra, venta, fabricación, distribución, exportación e importación de artículos textiles, entre otros.
Eguía fue la única persona oferente de la licitación para compras y contrataciones de los JJ.OO de la Juventud Buenos Aires 2018, y fue habilitado en un decreto con la firma de Larreta, el jefe de Gobierno.
Entre las actividades a las que se dedica la empresa según figura por su cuit, la principal es la “venta al por mayor de calzado” y de “artículos de uso doméstico y/o personal”; el comercio al por mayor y por menor; y la reparación de vehículos automotores y bicicletas”. Además, venden al por mayor “prendas y accesorios de vestir”.
El periodista Ernesto Rodríguez denunció en AM 750 que los peluches fueron cotizados en 300 pesos, "un monto que en el ramo textil suena abultado ya que desarrollar un modelo de tamaño regular en una empresa china y replicarlo en cantidad cuesta no más de dos dólares por unidad". Sin embargo, el valor al que se lo intentó vender al público era de $1500.
"Lo llamativo", agregó, "es que UPEJOL terminó aceptando la solitaria oferta de Eguía, quien cotizó sus servicios en $ 2.047.680, un 35% por encima de lo que debía pagarse".