El gobierno nacional no modificará su propuesta para los derechos de exportación de productos agropecuarios pero tampoco quiere confrontar con las organizaciones patronales sojeras que ayer anunciaron un lockout de cuatro días en protesta por el aumento de tres puntos porcentuales en la carga impositiva a los grandes productores. “No vamos a cometer el mismo error que en 2008”, advertía ayer un funcionario de primera línea, tras el anuncio de la medida de fuerza.
En la Casa Rosada están convencidos de que la protesta no responde al nuevo esquema impositivo definido esta semana sino tiene como objetivo de debilitar al nuevo gobierno e identifican a quienes están detrás de la maniobra: el exministro de Agroindustria y extitular de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, y la organización Campo Más Ciudad, un grupo de activismo digital vinculado a Elisa Carrió que se autodefine en sus redes como #GuardianesdelaRepública.
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Desde esa plataforma se está llevando a cabo una tarea de “desinformación” a partir de la comunicación segmentada de noticias falsas para inflamar los ánimos de los productores y empujarlos a avanzar con el lockout, denuncian en el gobierno. Así, lograron cambiar el rumbo de una negociación que hasta ayer a la mañana parecía encaminada. “Teníamos un acuerdo con las organizaciones y de un momento a otro, sin avisar, anunciaron el paro. No pudieron conducir a las bases”, explicó a El Destape uno de los negociadores.
“Vamos a volver a explicar las medidas las veces que sea necesario, no queremos confrontar”, ratifican cerca del presidente Alberto Fernández, donde esperan que el paro en la comercialización anunciado por la Mesa de Enlace muestre diferencias hacia el interior del sector agropecuario. Según los cálculos que se manejan en la Casa Rosada, el gobierno cuenta con el apoyo de productores de las economías regionales y con sectores de la Federación Agraria, que no van a plegarse a la protesta.